Cuando se abrió el mercado de fichajes, el Atlético no dudó en dar un golpe de efecto. En pocos días, el club vendió a varios de sus jugadores. El plan era comprar sangre nueva y utilizar las ventas para ser más competitivos. Un mes después, la plantilla es tan nueva como siempre y promete una temporada 2025/26 llena de color.
Recuperar la serenidad defensiva
Pese a seguir teniendo la defensa más sólida de la Liga la temporada pasada, con sólo 30 goles encajados, el tramo final de los colchoneros no les permitió progresar como hubieran querido. Peor aún, encajaron goles importantes. La ausencia parcial de Robin Le Normand durante varias largas semanas reveló algunas debilidades en el centro de la zaga, con José María Giménez no siempre a la altura de las circunstancias. Clément Lenglet fue una ayuda parcial, pero sin garantías. Así pues, el Atlético ha reclutado a Matteo Ruggeri para salvar la situación.
Procedente de la Atalanta, el defensa es joven (23 años) y prometedor. Justo lo que el club necesita, dada su tendencia a fichar jugadores que rondan la treintena. Además, parece que la idea ahora es rejuvenecer la plantilla. En efecto, César Azpilicueta ha hecho las maletas para dejar paso a otros, al igual que Axel Witsel y Reinildo Mandava, que se marcharon al término de sus contratos. Sus tres salidas han permitido fichar a David Hancko ( 27 años).
Y si la temporada pasada nada iba bien en los pasillos del Atlético tras las malas actuaciones de Nahuel Molina y Javi Galán, el año que viene las cosas volverán a ser diferentes. Marc Pubill (22) ha llegado a la capital y debería aportar mayor estabilidad a la plantilla. En el otro extremo del campo, Marcos Llorente podría volver al puesto de contención para facilitar las cosas a los nuevos fichajes.
Al menos, si el esquema táctico del Atlético sigue siendo el 4-4-2. Un cambio a un 3-5-2 permitiría aprovechar mucho más a los recién llegados y aumentaría las posibilidades de pasar el balón al ataque.
Esperando una mejora en ataque
¿Está el Atlético al borde de una revolución? Las salidas de Rodrigo Riquelme y Ángel Correa también apuntan en esa dirección. Atrás quedan los "niños mimados" del club, sustituidos por fichajes pragmáticos en el centro del campo y el ataque. Johnny Cardoso (23) ha sido contratado para mejorar la estabilidad de un centro del campo que podría haber hecho aguas. Excelente jugador en el Betis, el joven estadounidense no ha ocultado su entusiasmo por jugar en los rojiblancos.
La firma del jugador viene acompañada de la de Thiago Almada. Conocido en el Lyon por sus pases y centros, el argentino será otra importante amenaza ofensiva. Sus proyecciones podrían resultar útiles en caso de interrupción del juego rival.
Por último, el gran fichaje del verano para el Atlético sigue siendo Álex Baena. Centrocampista ofensivo de oro recién llegado del Villarreal, el jugador tiene una dura tarea por delante en una línea de ataque compuesta por Alexander Sorloth, Antoine Griezmann y Julián Álvarez. Pero por su polivalencia y sus cualidades, debería tener algo que ofrecer. Además, contribuiría aún más a la nueva era.
Además, la marcha de Andrea Berta al Arsenal y la llegada de Carlos Bucero a la dirección deportiva en enero de 2024 han revitalizado el departamento de contratación. Ya muy presente e implicado durante el último año y medio, y por tanto durante el drástico mercado del año pasado (seis llegadas), el argentino no ha dudado en inclinarse por una nueva renovación.
Así, el conjunto de la capital de España ha vivido este verano uno de los mercados más activos de Europa. Ya se ha gastado cerca de 150 millones de euros para hacerse con los servicios de seis nuevos jugadores. Según algunas informaciones, el Atleti podría realizar nuevos movimientos. Renato Veiga y Enzo Millot estarían en el punto de mira.
Se trata de movimientos inteligentes, destinados a mejorar la calidad de su banquillo y, al mismo tiempo, a remediar sus problemas sobre el terreno de juego.