Centro de estadísticas del La Laguna Tenerife-Barcelona
Con la exhibición ofensiva del Unicaja en el estreno de la Copa, tinerfeños y barceloneses no quisieron quedarse atrás y se olvidaron por completo de las defensas para honrar a los dioses de la canasta. El 23-33 con el que finalizó el primer cuarto lo dejaba claro, como también que fueron los de Peñarroya los que se adaptaron mejor al parqué tras el balón al aire. Y eso que los isleños llegaban habiendo ganado sus seis últimos partidos. Pero a la hora de la verdad... sólo Fitipaldo estuvo a su nivel en ese alocado inicio, insuficiente para el brutal acierto del 78 % de acierto en tiros de campo de un Barça que, con esos 33 puntos, estableció la mejor marca anotadora de la historia de los primeros cuartos de la Copa.
Algo tenía que hacer, y pronto, Vidorreta, si no quería que el partido se acabara antes del descanso. Confió en su guardia pretoriana, con Marcelinho Huertas y Shermadini al frente, para al menos contener el agujero en su propio aro. Después de que los azulgrana alcanzaran una máxima renta de 12, se las apañaron para marcharse al descanso perdiendo 'sólo' 47-54. "Imposible permitir tantos puntos al Barcelona en la primera mitad", decía Fitipaldo antes de retirarse a los vestuarios con 15 puntos, el mejor junto a Huertas, con 8 y 5 asistencias. Pero es que enfrente había respuestas para todo, con Satoransky al mando con sus 10 puntos y 5 pases, bien escoltado por Parker y Punter.
Si La Laguna quería tener alguna posibilidad de remontar, eso pasaba por bajar el nivel de producción y el número de ataques de un Barça muy firme, nada que ver con su irregularidad de este curso. La única preocupacion de los de Peñarroya en la reanudación parecía ser la lesión de Punter en su hombro izquierdo, quien se marchó con el médico al vestuario para ya no volver a jugar. No había inconveniente porque Satoransky seguía marcando el ritmo y con un triple puso un +11 (51-62). Sin embargo, justo desde ahí, las cosas cambiaron. Un 2+1 del microondas Jaime Fernández apretó el marcador (63-66, min 27), sembrando el pánico en los culés, que se las apañaron para entrar en los 10 últimos minutos aún por delante 66-73.
"Sí se puede", gritaban al unísono las siete aficiones contrarias al Barça, volcadas en empujar a los canarios para la remontada. Y de tanto insistir, tras un 7-0, Marcelinho puso al Tenerife delante (76-75, min. 34).
Se miraban los blaugrana unos a otros, tratando de encontrar soluciones. Volvieron Sato y Metu, pero hasta el checo empezó a fallar. A tres minutos del final, 85-78 con un Huertas en el rol de MVP. A la desesperada, jugándosela con triples, los catalanes se acercaron en los últimos segundos a solo tres puntos, pero Marcelinho, con Fran Guerra, se hizo más grande aún para liderar a su Tenerife a la semifinal, donde se medirá al Unicaja.
Los MVP
La clave, además de la mejora en defensa, del Tenerife estuvo en la aportación de Huertas, que sumó 22 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias para un total de 30 de valoración. Con 31 se quedó Fran Guerra, al anotar 14 puntos, capturar 5 rebotes y repartir 6 pases de canasta. También destacó Fitipaldo, con 15 puntos y 7 asistencias.
Por el Barça, sólo Satoransky, a pesar de sus últimos malos minutos, estuvo a buen nivel con 17 puntos, 7 asistencias y 5 rebotes.