Centro de datos del Alemania-Finlandia
A la corona mundial, los germanos le quieren añadir la continental. En un campeonato lleno de sorpresas, donde España, a la espera de la madureza de las nuevas generaciones, mostró que ya no es lo que era, y donde favoritas como Serbia o Francia fueron eliminadas a las primeras de cambio, sólo Alemania ha respondido realmente bien. Claro que todo es más sencillo si tus estrellas están contigo. Incluso aunque tu entrenador, Álex Mumbrú, tenga que delegar en su ayudante para dar órdenes durante los partidos.
Y eso es lo que se vio salvo en los cinco primeros minutos, donde los finlandeses quisieron llamar de nuevo la atención. Se escaparon 11-18 , pero ahí se produjo el cambio de ritmo con un 10-0 que encarriló el primer cuarto para los favoritos. La inercia era tal que el inicio del segundo dejó ya claro qué selección iba a jugar la final tras un 16-2 de salida. La distancia, a pesar de todo, no superó los 20 y se quedó en 14 al llegar al descanso (61-47).
La maquinaria teutona no tenía fin y seguían anotando con relativa facilidad, apoyados por el 40 % de acierto en el triple (14/35). Cierto es que hubo una pequeña reacción que hizo soñar a Markkanen y compañía con un 0-11 de parcial (77-71), pero de nuevo otro catastrófico inicio de último cuarto hizo que Alemania se escapara definitivamente, siempre con distancias que no bajaron de la decena, y que finalizara el choque ganando con comodidad 98-86.

Los MVP
Schröder acabó con 26 puntos y 12 asistencias, bien escoltado por Wagner y sus 22 puntos y 5 rebotes. Daniel Theis también colaboró con otro doble-doble de 10 puntos y 11 rebotes. Por Finlandia, el mejor fue Nkamhoua, con 21 puntos y 8 rebotes. Markkanen estuvo algo más apagado y vigilado y se quedó en 16 puntos y 8 rebotes.