Centro de estadísticas del Anadolu Efes-Real Madrid
Hay quien dice, no sin razón, que las victorias llaman a las victorias. El Madrid se presentó en Estambul con cuatro consecutivas, dispuesto a una quinta que le ayudaría a asaltar el top6 de la clasificación. Pero es complicado hacerlo, que no imposible, si no dominas el rebote. Y el rival le barrió en ese aspecto en la primera parte (19-13). Solo en los 10 primeros minutos capturó 13 por los siete de los blancos, lo que permitió transiciones que Cordinier y compañía no perdonaron. Por suerte para los de Scariolo, estaba Hezonja con la capa de Súper Mario. Y así es imparable. De los 17 puntos de los suyos, 10 llevaron su firma, lo que les permitió acabar igualados el primer cuarto.
Estaba claro que iban a necesitar más para superar al Anadolu, que en noviembre ya ganó al Barça en el mismo escenario. Sin embargo, algunos pesos pesados no estuvieron a la altura en esa primera parte. Especialmente Tavares, que se cargó de personales. Su ausencia la aprovechó, y de qué manera, Roland Smits, para campar a sus anchas por la zona y sumar 13 puntos antes de un descanso que se cerró con otro contraataque marca de la casa de Cordinier (41-37).
Okeke, como Hezonja, y el factor Garuba
Controlar el rebote era tarea pendiente y vital para el Madrid. Tavares volvió a la cancha después de solo haber estado cuatro minutos antes. Lo celebró con su tapón número 500 en la Euroliga. Pero no era su día. Quien realmente mantuvo al equipo español en ese instante en el partido fue Okeke, firmando los 10 primeros puntos de los suyos en el tercer cuarto. Smits, en el bando contrario, no quiso ser menos ni manchar su exhibición del primer acto, y se metió a triplista. A lo que respondió Hezonja, de nuevo on fire, para alcanzar por delante el último cuarto (59-60).
El croata se marchó a descansar y no se notó su ausencia (61-65, min. 32)... hasta que Osmani recogió el testigo ofensivo de Smits y también continuó metiendo triples incluso ante la oposición de Tavares para retomar el mando del electrónico. Apareció entonces Garuba, que dio un recital defensivo hasta que otra vez Osmani decidió poner los puntos sobre las íes cuando el Madrid disfrutaba de un + 5 a dos minutos del final (69-74). Nada que Campazzo, más asistente que anotador, se jugase un triple y lo metiese. Fue la puntilla definitiva para que los madrileños encargasen el triunfo, el quinto consecutivo en competición oficial.

Los MVP
Hezonja, con 22 puntos, cuatro rebotes y cuatro asistencias, fue el mejor jugador del partido. Bien secundado por Garuba por su defensa -se fue sin anotar pero con siete rebotes y un taponazo espectacular- y por Okeke y Lyles, que firmaron 11 y 10 puntos, respectivamente, además de cinco rebotes cada uno. En el Anadolu, enorme Roland Smits, con 21 puntos y Osmani, con 18.
