Centro de estadísticas del Baskonia-Real Madrid
El baloncesto puede llegar a ser un deporte muy complejo con sus sistemas, sus reglas, sus rotaciones... pero se explica con suma facilidad: gana quien mete más puntos. Y eso se lo demostró el Real Madrid al Baskonia en el primer cuarto. Mientras los vitorianos fallaron los cinco triples que intentaron, los blancos firmaron un imperial 5/6 desde el perímetro. Entre eso, su mejor juego colectivo y el estratosférico Musa con 12 tantos, el primer asalto sólo tuvo un color (18-28).
Un 7-0 de salida en el segundo nos invitó a un nuevo partido, pero cada vez que el marcador se apretaba (28-30), los de Chus Mateo aceleraban (30-39). Musa, que acabó la primera mitad con 18 puntos y ¡27! de valoración, seguía convirtiendo en oro, o en 2+1, todo lo que tocaba. Pero el acierto exterior desapareció, especialmente el de Hezonja (0/3), y el dominio reboteador de Diop impidió que el triunfo ya estuviese encarrilado. A un triple de Abalde, que marcó un +11, le siguió otro de Rogkavopulos para sellar el 39-47 con el que se arribó al descanso. Aún había esperanza para los 'lasistas', y eso que habían perdido a Howard por un golpe en la rodilla.
Esas ilusiones parecieron aniquiladas cuando, al regresar al parqué, se encontraron de nuevo con su peor pesadilla, un Musa que seguía tocado por la varita de los dioses del baloncesto. De su mano y de dos nuevos triples, el Madrid alcanzó su mayor ventaja (45-59). En otras ocasiones, incluso esta misma temporada, el Baskonia hubiera bajado los brazos. Pero el carácter de su entrenador, el de nunca rendirse, parece estar calando por fin en el vestuario. Aprovecharon un descanso de Tavares y Campazzo para ponerse las pilas, forzar pérdidas, hasta seis de su rival por ninguna suya, y llegar al último cuarto aún con opciones (57-63).
A los blancos les faltaba continuidad, dar el último toque de gracia a su rival si no quería complicarse el triunfo. Y se lo complicó a pesar de Campazzo y de los buenos momentos de Garuba jugando de 5. De un +11 a un +4 ya en el último minuto. Samanic fue clave para recortar. Como Hezonja para reventar el partido. Todo estaba preparado para que se la jugase Musa, pero el bosnio le cedió la bola al croata y desde ocho metros ajustició a los azulgrana (80-87). Aún quedaban 22 segundos, pero el Madrid hizo su trabajo para salir del Buesa Arena con su billete ya sellado para la Copa del Rey.