En el pasado mes de febrero, la NBA estalló en mil pedazos: el jugador franquicia de los Mavs, el que los había llevado de nuevo a una final de conferencia, la estrella absoluta y más querida por los seguidores del equipo desde los tiempos de Dirk Nowitzki, era traspasada contra su voluntad a Los Ángeles Lakers. El 'culpable' de ello, el que pasó a ser enemigo público número uno en Dallas, Nico Harrison.
No se le perdonó esa operación por mucho que llegara Anthony Davis y por mucha suerte que tuviera al tocarle la elección del siguiente número uno del draft, Cooper Flagg. Los resultados de esta temporada, con un balance tres victorias y ocho derrotas, han sido la gota que colmaba el vaso de la paciencia del propietario, Patrick Dumont.
Para suplir a Harrison, que ocupaba el cargo desde junio de 2021, los Mavericks han nombrado a Michael Finley y Matt Riccardi como codirectores generales interinos para supervisar las operaciones de baloncesto. Pero se iniciará ahora una búsqueda exhaustiva para encontrar un sustituto permanente.
"Esta decisión refleja nuestro compromiso continuo de construir una organización de calibre de campeonato, una que brinde resultados a nuestros jugadores, nuestros socios y, lo más importante, a nuestros aficionados", ha explicado Dumont.
