Hace cuatro años, Giannis Antetokounmpo estaba en la cima del mundo. Doble MVP, MVP de las Finales tras una sensacional actuación contra los Suns, coronada por un decisivo partido de 50 puntos para dar a los Milwaukee Bucks el segundo título de la NBA de su historia, 50 años después del primero.
Desde entonces, el Greek Freak se ha consolidado como uno de los cinco mejores jugadores del mundo. El problema es que los Bucks, por su parte, han retrocedido considerablemente. En las últimas cuatro temporadas, entre lesiones y traspasos dudosos, Milwaukee sólo ha ganado una serie de playoffs y ha sido eliminado en primera ronda tres veces seguidas.
No es necesariamente todo culpa suya, pero el griego está en un punto de su carrera en el que no tiene mucho que demostrar, sólo títulos que ganar, tantos como sea posible. Salvo que Milwaukee, que se ha deshecho de Damian Lillard por el camino -entre otros-, nunca se ha visto tan débil como ahora. Los Bucks están en declive, y los rumores de traspaso de su jugador franquicia se multiplican.
Para acallar las críticas, la solución es siempre la misma: ganar, cueste lo que cueste. Es una tarea difícil dada la plantilla de los Bucks y la tendencia actual a construir equipos ladrillo a ladrillo. Pero así es como se reconoce a una leyenda. Giannis Antetokounmpo ya ha dejado una gran huella en la NBA, y ahora puede convertirse en una leyenda.
Estadísticas 2024/2025: 30.4 puntos, 11.9 rebotes, 6.5 asistencias, 60.1% en tiros.
Objetivo razonado para 2025/2026: lo mismo + candidato a MVP.