Qué caprichoso es el deporte. El pasado martes, los Detroit Pistons ganaron 94-100 a los New York Knicks en la primera ronda de los Playoffs de la mejor liga de baloncesto del mundo. De ese modo, los de la Motown pusieron fin a una sequía de 17 años sin triunfos en la fase eliminatoria de la competición.
Curiosamente (o no), la victoria contra los de la Gran Manzana llegó tan sólo unas horas después del fallecimiento del papa Francisco, bajo cuyo mandato, vigente desde el 13 de marzo de 2013, nunca habían doblegado a ningún rival en la postemporada.
De hecho, ya no es que no les llegaran los éxitos a los del estado de Michigan, sino que su bajage en Playoffs durante la estancia del pontífice argentino en el Vaticano se limitaba a dos eliminaciones por barrida (4-0) en las primeras rondas de 2016 y 2019. En 2009 también les endosó Cleveland un 4-0.
El dato impacta por el hecho de que los Detroit Pistons se caracterizan por ser una franquicia exitosa a nivel histórico. Cuentan con tres anillos de campeones (1989, 1990 y 2004) y habían ganado 189 partidos de Playoff hasta que Francisco se convirtió en papa.