Da igual el tiempo que pase y los avisos que reciba, Draymond Green (35) siempre volverá a reincidir en conductas moralmente cuestionables. Es un hecho asegurado desde que el ala-pívot natural de Míchigan aterrizó en la NBA y no va a cambiar antes de que se retire.
Sabiendo eso, la única duda que queda en cada partido es sobre quién volcará su ira el controvertido 23 de los Warriors. Pues bien, en esta ocasión el elegido fue Santi Aldama (24), que sin comerlo ni beberlo pasó de estar revolcado por el suelo a ser el objeto de burla del ganador de cuatro anillos de campeón de la mejor liga del mundo.
Los hechos se sucedieron de la siguiente manera: el jugador de los Memphis Grizzlies recuperó el balón tras una pérdida de Green, que vio con buenos ojos frenar el contraataque agarrándole del cuello, lo que le costó una falta flagrante; después, se desató la locura.
El de Golden State, poseído por un enfado incomprensible, comenzó a gritar que "eso había sido jodidamente suave", para después enfrentarse a Jaren Jackson y exigirle que cerrara la buca y se callase.
Lo peor de todo es que la jugada le acabo saliendo bien a un Draymond que terminó bailando en la cara de Aldama para celebrar que este había fallado sus dos tiros libres.
Finalmente, los Warriors ganaron el partido con solvencia (131-118), por lo que la salida de tono de Green no afectó negativamente al conjunto de Steve Kerr.
