Malonga, de 19 años y drafteada en el puesto 2ᵉ este año, sigue siendo reserva en las Seattle Storm, pero ofrece actuaciones cada vez más regulares desde el banquillo a medida que aumenta su tiempo de juego.
El domingo, registró su tercer doble-doble con 20 puntos y 11 rebotes en 29 minutos, su récord de minutos jugados, pero se sintió frustrada al final del partido, al verse superada defensivamente en las dos últimas acciones de Dearica Hamby en una derrota por 94-91.
El viernes, había establecido su nuevo récord en la liga norteamericana con 22 puntos en la derrota por 90-86 ante Las Vegas Aces. Las Storm son 8ᵉ en la liga (16 victorias - 16 derrotas), en el último puesto de clasificación para los play-off.
"Cada vez que salgo a la cancha, intento aportar todo lo que puedo. La gente se las arregla para encontrarme en la pintura, en buenas acciones, en carreras en transición, etcétera. No esperan necesariamente a la novata que sale del banquillo, así que se centran menos en mí", explicó el domingo.
"Tengo una entrenadora inteligente (Noelle Quinn, nota de la redacción). Cuando ve que ciertas jugadoras funcionan, intenta mantener esas combinaciones. Eso es lo que ha pasado últimamente, cada vez que ha habido una remontada, yo he estado en el campo".
"Los minutos, he ido a buscarlos a través de mis actuaciones. Desde el Partido de las Estrellas (el 19 de julio) mis minutos han aumentado considerablemente. Cada vez que he jugado, aunque sólo sea unos minutos, he rendido bastante bien", añadió el espigado interior (1,98 m), al que se ha comparado con Victor Wembanyama.
Compañera de otra francesa, Gabby Williams ( 5 puntos el domingo), Malonga, que no jugó en la última Eurocopa con Les Bleues, prosigue su rápido aprendizaje en una liga en pleno crecimiento.
Además de su seriedad sobre el parqué, la subcampeona olímpica de París pretende dar espectáculo, ya que fue la primera francesa en anotar un mate en un partido oficial a finales de 2024, un gesto muy poco frecuente incluso en la WNBA. "Espero poder meter uno antes de que acabe la temporada", dice la jugadora, que termina cada calentamiento con un mate, rodeada de todas sus compañeras.
"Lo tengo en mente porque es algo que soy capaz de hacer de forma natural, pero no me fijo en ello, ya llegará cuando tenga que llegar".