El Sevilla Fútbol Club aspiraba a aprovechar las importantes ausencias del Barcelona, especialmente la de Lamine Yamal (18), y al fin pudo tumbar a un rival al que no vencía desde octubre del año 2015.
Hay estadios que algunos equipos convierten en propios por imposición, lo que bien podría equipararse a aquellos tiempos coloniales tan trágicos para los anfitriones como gloriosos para los invasores. El Ramón Sánchez-Pizjuán se presentaba un poco así para los azulgranas, que tenían un saldo positivo de cuatro empates y 15 triunfos en sus últimos 19 compromisos frente a la entidad de Nervión. Una década con casi pleno de alegrías, aquí y allá, en casa o fuera.
Había muchos alicientes a tener en cuenta: la reacción de los culés a las importantes bajas (mención especial también a Joan García, Pablo Gavi o Raphinha Dias), el reencuentro de Alexis Sánchez con el Barça, la buena racha de los andaluces y hasta qué punto podía servir como impulso este domingo... Paradójicamente, las únicas victorias del Sevilla en esta temporada habían llegado a domicilio, por lo que Matías Almeyda tenía ganas de estrenarse, y más si cabe con el vigente campeón enfrente.
Dominio abrumador del Sevilla
El conjunto hispalense impuso el ritmo desde el arranque y un innecesario penalti de Ronald Araujo a Isaac Romero, que estaba de espaldas y no podía causar peligro, rompió la igualdad antes de alcanzarse el cuarto de hora. El mencionado delantero chileno fue el encargado de engañar a Wojciech Szczęsny y, de paso, aplicar la ley del ex pese a sus 36 años. Al árbitro se le calentó la mano después y mostró hasta cuatro amarillas en el primer tiempo, tres de ellas a jugadores visitantes.
Los andaluces no se conformaron con el 1-0: maniataron a su rival a base de ocasiones y el encargado de provocar la pena máxima gozó de hasta dos oportunidades clarísimas para aumentar la renta, incluido un disparo franco tras un contraataque que comandó un Djibril Sow al que le faltó velocidad. El guardameta polaco hizo una brillante parada y luego evitó de nuevo el segundo en un buen golpeo de Batista Mendy en una acción de córner.
Había hecho méritos de sobra el cuadro local y, al fin, Romero encontró el premio tras una pérdida de Koundé. La transición de Vargas fue culminada por el ariete de Lebrija, que anotó a placer para éxtasis de la ruidosa afición. Los decibelios bajaron a raíz del postrero tanto de Rashford (45+6'), que hizo bueno un brillante envío de Pedri tras una errática conducción de Agoumé en campo propio. La bronca de Alexis a su compañero fue tremenda.
Szczęsny salva al Barça
Independientemente del chicharrazo del inglés, el Barça mostró algunos síntomas de mejoría, aunque eso no evitó la doble sustitución de Hansi Flick: los canteranos Eric García y Alejandro Balde entraron al terreno de juego por el zaguero charrúa, al que se le vio con hielo en el banquillo, y por el amonestado Gerard Martín. El segundo acto, radicalmente contrario al tramo anterior: mucho más trabado y con no pocas interrupciones.

Cuando parecía que no pasaba nada, en un saque de esquina, la grada entró de nuevo al partido al reclamar una mano de Balde dentro del área y casi celebrar lo que parecía el 3-1, que no se hizo efectivo por la sobresaliente intervención de Szczęsny con el pie. Consciente Almeyda de que el nivel físico de sus pupilos había descendido, optó por realizar una doble modificación: Gudelj y Adams se incorporaron al verde en el 61'.
Del fallo de Lewandowski a la goleada
Una incursión de Pedri González en el área rival, con notable reacción de Odisseas Vlachodimos, reactivó a los culés. El técnico germano hizo lo propio desde el banquillo y sacó del campo a un desaparecido Ferran Torres para dar entrada a Roony Bardghji. Por los de Nervión, Adnan Januzaj fue uno de los elegidos, y el belga cometió un clamoroso penalti a los segundos de pisar el césped. El tiro de Robert Lewandowski, sin embargo, se marchó fuera.

Bardghji amenazó con un tímido y franco remate que capturó Odisseas en lo que pudo ser el empate, pero el jolgorio fue absoluto cuando un contragolpe de Carmona se tradujo en el 3-1. La tardía respuesta del mencionado Wojciech condenó a un plantel que vio cómo Akor daba forma al definitivo 4-1 en otra transición. Ver para creer. De la posible igualada por medio de Lewandowski a una inesperada y dolorosa goleada. Es la magia del fútbol.
Jugador Flashscore del partido: José Ángel Carmona.