Las nuevas incorporaciones ofensivas de Arne Slot, que aspiraban a lograr el 17º éxito del Liverpool en este tradicional torneo, comenzaron de forma inmejorable y abrieron el marcador a los cuatro minutos, cuando Hugo Ekitike enlazó magistralmente con su compañero Florian Wirtz y se hizo el hueco suficiente en la frontal del área para rematar a la escuadra.
El Palace reaccionó bien al contratiempo y dispuso de una pena máxima instantes después, cuando se consideró que Alisson Becker había golpado a Jean-Philippe Mateta, ya que Virgil van Dijk había derribado a Ismaïla Sarr.
En el minuto 17, Mateta envió el balón al fondo de las mallas para restablecer la igualdad.
Con el Palace con ganas de más, Daniel Muñoz centró para su compañero Tyrick Mitchell, que no encontró portería.
Sin embargo, el plantel de Anfield no tardó en adelantarse de nuevo, ya que Jeremie Frimpong superó extrañamente a Dean Henderson y envió el balón al segundo palo cuando se cumplían 20 minutos de juego.
Will Hughes sustituyó al lesionado Daichi Kamada justo antes de la media hora y disparó fuera tras otro centro del colombiano, antes de que este último protagonizase otra irrupción en ataque al filo del descanso y enviase un balón que se escapó por poco de las manos de Sarr.
Mismo ritmo en el Palace-Liverpool
La acción no decayó en absoluto tras la reanudación, con Hugo cabeceando fuera una oportunidad y disparando fuera por poco a los siete minutos de la segunda parte.
El Palace siguió presionando y Eberechi Eze vio cómo su disparo era desviado antes de que el cabezazo de Chris Richards, en el saque de esquina posterior, fuera detenido con apuros.
A continuación, Adam Wharton interceptó un pase de Dominik Szoboszlai y cedió el esférico a Eze, que volvió a mostrarse tan amenazante como en la pasada temporada.
Tras un golpeo inofensivo de Wirtz en el otro extremo, Sarr hizo gala de su toque clínico al aprovechar un pase de Wharton y enviar su disparo junto al poste para anotar el 2-2.
Mala racha del Liverpool
Kerkez tuvo que emplearse a fondo para blocar el disparo del propio Ismaïla instantes después, Salah -envió por encima del larguero su lanzamiento desde los 11 metros- chocó directamente con Henderson y Mateta estrelló el cuero en el larguero, mientras ambos equipos buscaban el gol de la victoria.
El Palace seguía luchando con uñas y dientes por inaugurar su palmarés en la competición, pero Justin Devenny estuvo a punto de arrebatársela, al fallar por centímetros al poste izquierdo tras un buen balón desde el borde del área.

Devenny, que había estado cerca de ya de ser decisivo, aprovechó su oportunidad para que los suyos se alzaran con la gloria al encadenar su 10º partido oficial consecutivo sin conocer la derrota.
En cambio, el Liverpool no ha ganado ninguno de sus cinco últimos encuentros en todas las competiciones, y sólo ha triunfado una vez -de siete finales disputadas- en el torneo de inicios de curso.
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