No sólo no podrá revalidar el título sino que tampoco podrá luchar por alguna victoria de etapa. Después del accidente sufrido en la segunda y larga etapa, y tras haber sido sancionado con dos minutos, y lo más importante, haber perdido más de hora y media con el liderato, el madrileño ha tenido que decir adiós a la prueba.
El cuatro veces campeón de coches en el Dakar no tuvo suerte en la etapa larga, la misma en la que empezó a fraguar su triunfo en la edición anterior. En esta ocasión, se convirtió en una pesadilla con varias averías y, especialmente, con el vuelco que destrozó la parte trasera de su vehículo.
Sainz, que se las apañó junto a su copiloto, Lucas Cruz, para llevar el coche a la meta, esperaba que se pudiera reparar todo, pero no ha sido así. Uno de los elementos de seguridad, el arco de la jaula trasera, era irreparable y eso ha motivado la negativa de los jueces y su despedida antes de tiempo.