Djokovic, no ha vuelto a competir desde que sufrió una contundente derrota en semifinales ante Sinner en Wimbledon el mes pasado, saltándose los dos principales torneos previos al US Open en Toronto y Cincinnati.
Regresó brevemente a la pista el martes para disputar el renovado dobles mixto en Nueva York, pero solo duró 43 minutos, ya que su compañera, Olga Danilovic, y él cayeron en la primera ronda.
Con cuatro títulos del US Open, el balcánico sufrió su eliminación más temprana en un Grand Slam desde 2017 al perder ante el australiano Alexei Popyrin en la tercera ronda del torneo del año pasado.
Este mayo, conquistó su título ATP número 100 en Ginebra, justo antes de Roland Garros, pero Jannik volvió a interponerse en su camino tanto en París como en Wimbledon.
Nolee solo ha alcanzado una final en los últimos siete Grand Slam desde que igualó el récord de 24 títulos individuales de Grand Slam de Margaret Court en el US Open 2023.
Sinner (cuatro) y Alcaraz (tres) se han repartido todos los posteriores, dejando al serbio fuera de la pelea y con el tiempo jugando en su contra en su intento por hacer historia.
"Creo que, más allá de que no haya ganado un Grand Slam este año, ni el pasado, sigo sintiendo que continúo jugando mi mejor tenis en los Grand Slam", declaró el legendario tenista tras su derrota en Wimbledon.
"Son los torneos que más me importan en esta etapa de mi carrera", señaló.
Sin embargo, este año ha tenido que lidiar dos veces con lesiones en semifinales de Grand Slam.
Una rotura en el tendón de la corva le obligó a retirarse ante Alexander Zverev en el Abierto de Australia, antes de que un problema en la cadera y el muslo le afectara en Londres.
"La realidad me golpea ahora"
"Es simplemente la edad, el desgaste del cuerpo. Por mucho que lo cuide, la realidad me golpea ahora, en el último año y medio, como nunca antes, siendo sincero," comentó N. Djokovic.
"Me cuesta aceptar eso porque siento que, cuando estoy fresco y en forma, todavía puedo jugar un tenis de alto nivel. Este año lo he demostrado", comentó también.
"Pero creo que jugar al mejor de cinco sets, especialmente este año, ha sido un verdadero desafío físico para mí. Cuanto más avanza el torneo, peor me encuentro físicamente. Llego a las últimas rondas, he alcanzado las semifinales de todos los Grand Slam este año, pero tengo que enfrentarme a Sinner o Alcaraz", dijo con sinceridad.
"Estos chicos están en plena forma, son jóvenes y rápidos. Siento que entro al partido con el depósito medio vacío. Así es imposible ganar un partido de ese nivel", expresó resignado.
Pero a diferencia del italiano y el español, que lucharon bajo el calor y la humedad en Cincinnati antes de que el de San Candido se retirara en la final del lunes por enfermedad, el ex número uno optó por descansar y recargar energías.
Eso significa que habrán pasado casi cinco meses desde su último partido en pista dura -una derrota en sets corridos ante Jakub Mensik en la final de Miami- cuando inicie su 19ª participación en el US Open.
Solo el tiempo dirá si esta apuesta da resultado en un torneo que Djokovic también ganó en 2011, 2015 y 2018.
Ha sido subcampeón aquí en seis ocasiones, y su oportunidad de lograr un Grand Slam de calendario hace cuatro años se esfumó ante Medvedev.
"La verdad es que no sé qué me deparará el futuro en este momento de mi carrera," señaló a principios de este año.
"Voy a seguir adelante", respondió.
Sin embargo, todo indica que tendrá que superar a los dos colosos del tenis actual si quiere sumar otro título.