Djokovic, nueve veces ganador en Melbourne, vuelve a Australia un año después de ser deportado por su negativa a vacunarse contra la COVID-19.
Si bien ambos jugadores han pasad por momentos de tensión, sobre todo cuando Kyrgios llamó a Djokovic "cretino", sus relaciones mejoraron después de que el australiano apoyase al serbio cuando fue expulsado de su país.
Ambos se enfrentaron el año pasado en la final de Wimbledon, con victoria para el europeo en cuatro sets.