Los Philadelphia Eagles consiguieron tomarse la revancha de 2023 contra los Kansas City Chiefs y salieron campeones de la Super Bowl LIX con una paliza histórica por 40-22. El encargado de conducirles a la victoria no fue otro que su quarterback titular, Jalen Hurts, que le ganó ampliamente la batalla a su homólogo Patrick Mahomes, hombre más valioso de las dos últimas finales.
Su magnífico desempeño a lo largo de todo el duelo le sirvió al mariscal natural de Houston para llevarse el MVP del choque por el Trofeo Vince Lombardi. Un hito que silencia de un plumazo a todos los que le han criticado durante el camino que le ha llevado hasta la tierra prometida.
Las cifras de Hurts en el enfrentamiento contra los de Misuri fueron las propias de un superclase. Como suele ser habitual, llevó el peligro a la zaga del equipo dirigido por Andy Reid tanto por vía aérea como terrestre, siendo un dolor de cabeza permanente.
Acumuló nada menos que 221 yardas de pase, repartiendo un touchdown a AJ Brown en la primera mitad y otro a DeVonta Smith en la segunda. Además, recorrió 72 yardas en 11 acarreos de balón y consiguió una anotación por esta vía.
Para culminar su actuación, el '1' redondeó la noche de celebración con un rating de pasador de 119,7, el más alto de todos los partidos de postemporada en los que ha participado a lo largo de su carrera de cinco temporadas en la mejor liga del mundo.
La manera en la que ha unido al cuadro de Philadelphia, junto a su versatilidad a la hora de leer las defensas rivales, le permitieron arrollar al mejor plantel del último lustro en la NFL y cosechar un merecidísmo MVP de la Super Bowl.