Los días van pasando y en un mercado de temporada baja muy activo en la NFL, todos siguen haciéndose la misma pregunta que al finalizar el curso pasado: ¿cuándo se resolverá el futuro de Aaron Rodgers?
Tras dejar los New York Jets justo unos días después de finalizar la Super Bowl, Los Angeles Rams, New York Giants, Pittsburgh Steelers y Minnesota Vikings, eran las principales opciones del veterano quarterback californiano.
Sin embargo, las semanas han ido transcurriendo y varios de esos equipos han cerrado sus posiciones de primer mariscal. Los angelinos recontrataron a Matthew Stafford, los neoyorquinos firmaron a Russell Willson, y la franquicia de la NFC Norte desestimó pujar por los servicios de Rodgers.
Con todos esos factores, cada vez ha ido sonando con mayor fuerza la posibilidad de los Pittsburgh Steelers, un equipo que jugó los Playoffs en 2024, cayendo en la Wild Card Round. El proyecto es atractivo para el legendario director de juego, puesto que allí dirige Mike Tomlin, que nunca ha conocido una temporada con balance negativo, y hay proyecto con el que tratar de asaltar el título si se hacen las cosas bien.
Proyecto ganador
Sin duda, Pensilvania es uno de los destinos más atractivos que le quedan disponibles al excéntrico quarterback, que, a su edad, busca proyectos cortos y que le permitan luchar con garantías por el segundo Trofeo Lombardi de su carrera deportiva.
De no recalar en Pittsburgh, todo apunta a una retirada por la puerta de atrás, algo que no inquieta demasiado a Rodgers: "Es algo que he pensado (la retirada). Estoy muy agradecido por los últimos veinte años. Este deporte me ha dado mucho y estoy más resignado con la realidad de la situación", dijo antes de finalizar la última campaña con los Jets.