Centro de datos del Daegu-Barcelona
Vaya por delante que estos no dejan de ser bolos veraniegos y ante rivales de poca enjundia que, por lo demostrado, tendrían problemas hasta en Primera RFEF. Pero las sensaciones del Barça, tanto físicas como tácticas, así como su evolución estos días, han sido muy positivas. Que van por buen camino se aprecia por la multitud de ocasiones generadas, pero también por cómo son capaces de coordinar las asociaciones interiores y los movimientos defensivos de una zaga ultra adelantada, una de las insignias innegociables de Hansi Flick.
En las dos primeras acciones los surcoreanos intentaron aprovechar, sin suerte y cayendo en fuera de juego, los 30 metros de espacio entre la defensa azulgrana y Joan García, otra vez titular. A partir de ahí, a atacar, a atacar y a volver a atacar. Con Lamine Yamal en estado de gracia, volviendo loco una y otra vez a Sung-won Jang y a cualquier compañero, o en plural, que osara ayudarle, fueron generando ocasiones cada vez más claras. La primera fue de Lewandowski, al que sacaron su remate justo en la línea de gol. Después llegaría otra de Lamine Yamal, al que la picadita al portero se le escapó por arriba por muy poco. Y tras una acción en la que Reis no atinó a aprovechar a puerta vacía una salida a destiempo de Joan García, se abrió la lata.

Gavi siempre está... y LewanGOLski
Fue Gavi, tras la enésima acción individual de Lamine Yamal, quien conectó un zurdazo raso que engañó a Seung-Hoon Oh para colocar el 0-1.
Era el minuto 20 y no tardaría mucho Lewandowski en doblar la ventaja tras una banana perfecta de Gerard Martín, nuevamente central, pero que recordó sus llegadas como lateral para ponerle el gol en bandeja al polaco.
El Daegu no podía más que resguardarse en su área ante el vendaval que tenía encima. Al 10 no había quien lo parase: regates, amagues con la cintura para romper la de sus rivales, arrancadas explosivas... Incluso centros futuristas, de esos en los que intuyes que va a aparecer un compañero y pones el balón antes de que lo haga. Raphinha cruzó demasiado uno de esos cuando todo el estadio, esta vez con muchos asientos libres, ya cantaba el gol. También lo intentó Lamine con algún disparo a puerta, por supuesto, aunque sin suerte.
Estaba claro que iban a llegar más goles. Y antes del descanso, después de que Dro no pudiese rematar cómodamente delante del portero, Gavi de nuevo vio puerta. Un pase interior de Koundé pilló despistada a la zaga rival y el de Los Palacios aprovechó para recibirlo y batir con una picadita al desesperado Seung-Hoon Oh.
Un nuevo equipo y más goles
Flick volvió a modificar todo su equipo cambiando a los 11 titulares: Szczesny; Éric García, Pau Cubarsí, Christensen, Jofre; Marc Casadó, Pedri; Roony Bargdhji, Dani Olmo, Toni Fernández; y Rashford.
A pesar de esa revolución y bajo una manta de lluvia monumental, ni 10 minutos tardó el Barça en marcar el 0-4. Fue Toni Fernández, tras una pared entre Rashford y Dani Olmo, quien firmó el tanto con su zurda ante la salida del meta. Tranquilidad suprema la del canterano para materializar su gol.
El monólogo continuó sin que el Daegu pudiera plantear demasiada batalla. Así que no tardaría, ya superada la hora de partido, en subir la manita al electrónico. Fue el estreno de Rashford como goleador blaugrana, rematando de primeras un buen centro de Éric García. No lo celebró demasiado el inglés, por no decir nada.
Esa fue la última diana de los catalanes. No por falta de ganas, sino porque el portero suplente Han Tae-Hui realizó varias intervenciones de mérito. Lo único negativo del encuentro, la lesión de Cubarsí, que se quejó en la recta final del mismo de su rodilla izquierda.

Jugador Flashscore del partido: Lamine Yamal (Barcelona).