Con el marcador empatado y el partido en el segundo minuto del tiempo añadido, Drewes fue golpeado en la cabeza con un objeto parecido a un mechero cuando se disponía a efectuar un saque de meta. El partido se suspendió durante media hora antes de reanudarse. El Bochum impugnará la decisión de continuar el partido.
El director del Bochum, Ilja Kaenzig, afirmó que "el partido debería haberse detenido" y dijo que se debería dar la victoria a su equipo "de acuerdo con las reglas". Kaenzig dijo que el lunes se presentaría un recurso formal.
Un portavoz del Unión aseguró que el responsable "ha sido identificado y entregado a la policía".
Se acabó el partido
Drewes fue atendido tras el incidente, antes de que el árbitro enviara a los jugadores a los vestuarios. Los jugadores regresaron al cabo de media hora, pero no jugaron cuando el árbitro reinició el reloj. En su lugar, se pasaron el balón unos a otros. Ambos equipos acordaron claramente no continuar.
El Bochum, que se quedó con 10 hombres en el minuto 13, había agotado todas sus sustituciones y no pudo colocar a un nuevo guardameta para sustituir a Drewes. "El reglamento es muy claro. Habíamos agotado todas nuestras sustituciones", dijo Kaenzig, y el Bochum estaba "en desventaja".
El delantero del Bochum Philipp Hofmann, que sustituyó a Drewes bajo los palos, declaró a Sky que ambos equipos "habían acordado no seguir jugando. Una acción así no está bien. No importa lo fuerte que le golpeen, ni si sangra o no", declaró Hofmann, quien añadió que el incidente fue "una vergüenza para un club que, por lo demás, es comprensivo".
Horst Heldt, director deportivo del Unión, reconoció que la liga podría afrontar consecuencias, pero añadió que "sería un error culpar a todo el club o a los aficionados por la acción de un individuo".