Marcus Rashford, con números sensacionales y gran impacto en el juego, hizo olvidar las numerosas semanas del Barcelona sin Raphinha. Con el brasileño ya de vuelta, incluso con Ferran Torres comiéndole la tostada a Lewandowski, la consecuencia de los últimos encuentros ha sido no poder alinear a todos. Pero Hansi Flick (60) ha convertido el 'problema' en virtud gracias a la mediapunta, un rol que en su Barça tenía un rol menos trascendente.
Tres centrocampistas y tres delanteros. Ese ha sido el sello del alemán en el equipo azulgrana. Con Pedri en el rol de creación y de bisagra y dos interiores más libres. Pero en los dos últimos encuentros se ha visto a alguno de los cuatro fantásticos del técnico en la mediapunta: Lamine Yamal frente al Betis y Raphinha contra el Eintracht.
Y, además, con resultado más que positivo. En Sevilla, su alineación ahí desde el inicio dio resultados inmediatos: la posición del de Rocafonda detrás de Ferran Torres no solo sorprendió, también sirvió para que atrajera más rivales y permitiera más llegadas desde atrás de Pedri o Eric García. Valió para generar muchos espacios que el Barcelona castigó a la perfección.
Raphinha en Champions
En Champions, y con el marcador en contra, Flick sacrificó a Fermín para tirar de Rashford y ahí comenzó la remontada. El inglés entró para desenvolverse en su radio de acción natural por la izquierda, lo cual llevó a Raphinha a estar por detrás de Lewandowski.
Ello revitalizó el ataque barcelonista y, una vez más, cambió tácticamente el duelo: los jugadores del Eintracht tenían que atender a más rivales por el centro, lo cual disminuyó las ayudas por banda y, como frente al Betis, liberó a más barcelonistas para sumarse al ataque. Koundé fue uno de los beneficiados; no fue casualidad que sus dos tantos fueran en llegadas rompiendo desde atrás.
Dani Olmo y Fermín se juegan un puesto
Así que el problema de no poder alinear a Lamine, Raphinha y Rashford a la vez ha encontrado una espita en esa decisión de reubicar a uno de ellos por detrás del delantero. En un contexto de todos disponibles, entre Fermín y Dani Olmo deben disputarse esa demarcación. Sin embargo, Flick ya parece haber visto que dispone ahí de un recurso interesante para cambiar el sino de los encuentros o sorprender al rival.
De hecho, el mismo entrenador teutón admitió que no había ensayado con Lamine por detrás del '9'. Lo que en algún momento de esta temporada se había visto como una situación más propia de minutos de la basura, ahora empieza a emerger como solución real para los encuentros.
