Hay múltiples factores que pueden explicar esta sorprendente coyuntura. Una de ellas es que hay más partidos que antaño, lo que da pie a que haya más oportunidades de jugar. Aun así, sigue tratándose de un caso atípico porque el contexto es muy diferente al de las anteriores campañas, especialmente una de ellas.
De hecho, hay que remontarse hasta el curso 1992/93 -en la campaña inaugural de la Champions, que sucedió a la extinta Copa de Europa- para encontrar la última vez que jugadores de 21 años o menos tuvieron tanto protagonismo como ahora. En la edición 2014/15, sin ir más lejos, ningún futbolista de esa edad fue de la partida en cuartos de final.

Sin embargo, este año no solo habrá presencia juvenil entre los elegidos desde primera hora, sino que también serán piezas cruciales en el éxito de sus respectivos equipos. En la ronda anterior hubo 20 titularidades de jugadores de 21 años o menos en cuartos de final, el mayor número desde la 2002/03, con hasta 22.
De Lamine a Doué
No son pocos los nombres a destacar: desde el rígido Lewis-Skelly en el Arsenal hasta el ingenio y el talento de Neves y Doué en el París Saint-Germain. En ese grupo se integran también Lamine Yamal, uno de los atacantes más determinantes del panorama mundial, y el joven zaguero catalán Pau Cubarsí.
El mencionado Lamine se convertirá en las próximas horas en el segundo jugador de 17 años que inicia una semifinal en la historia de la Liga de Campeones de la UEFA, y llegará a ella como uno de los más temidos de la competición. En lo que va del torneo continental, de hecho, ha sumado cuatro dianas y ha repartido tres asistencias.
La situación es radicalmente opuesta en el Inter, cuya plantilla se caracteriza por ser más experimentada. Más allá de algún que otro canterano con minutos casi simbólicos (Mike Aidoo, Giacomo de Pieri o Matteo Cocchi), no hay ningún joven de 21 años o menos con participación reseñable.