En nueve días, lejos del Olímpico de Montjuïc, el Barça jugará ante el Mallorca y el Betis en LaLiga y frente al Borussia Dortmund en la Champions. Eso para empezar. El año se cerrará recibiendo al Leganés y a un Atlético de Madrid que ha tomado el relevo goleador de los azulgrana y suma un 11-0 en sus dos últimos encuentros.
Todo ello cuando el equipo ha comenzado a desfallecer. Quizás, antes de lo esperado. Se sabía, porque es imposible mantener el tono físico siempre a tope, que llegaría algún momento más bajo, pero no en noviembre. La presión alta y asfixiante ha desaparecido, la baja de Lamine Yamal se ha notado más de lo esperado, y algunos jugadores, especialmente en la parcela defensiva, han comenzado a ser señalados por cierta desconexión en los partidos.

Lo bueno para los culés es que el colchón que han amasado les ha servido para, a pesar de las derrotas ante la Real Sociedad y Las Palmas, y el empate frente al Celta, seguir líderes. Aunque ojo, que el Real Madrid, de ganar los dos partidos menos que lleva, ya podría superarlo.
Tendrán los pupilos de Flick que mejorar con celeridad para recuperar su mejor nivel. La primera oportunidad, este martes 3 de diciembre en Son Moix ante el Mallorca. El sábado, apenas cuatro días después, visitarán el Villamarín ante un Betis que tampoco es ejemplo de regularidad. El miércoles 11, más dura prueba aún, ya en Champions, en el campo del Dortmund, cuarto con los mismos 12 puntos que el Barcelona.
Llegará entonces la vuelta a la Ciudad Condal para recibir consecutivamente al Leganés el domingo 15 y al Atlético de Simeone el sábado 21, con el que se cerrará el 2024.