La familia Evjen está muy vinculada al Bodo/Glimt. El padre de Hakon, Andreas, jugó más de 150 partidos con la camiseta amarilla y negra, e incluso fue capitán del equipo.
El propio Hakon ya celebró un título de Eliteserien en Bodo y ahora puede ayudar al club a alcanzar la Liga de Campeones. En muchos sentidos, también tiene que dar las gracias a su padre por este éxito.
"Cuando tenía 15 o 16 años, había otros clubes a los que podía haber ido. Pero mi padre jugó aquí, tenía grandes contactos en Bodo/Glimt, sólo tenía sentido jugar aquí", cuenta Hakon Evjen a Flashscore, recién salido de una sesión de entrenamiento en el Aspmyra Staidum del equipo.

El milagro del Bodo/Glimt
El Bodo/Glimt es un club al que muchos califican de único. Situado en una ciudad de 55.000 habitantes, 200 km por encima del Círculo Polar Ártico, es un equipo modesto en el mundo del fútbol.
A pesar de ello, en los últimos siete años han pasado de la amenaza del descenso a cuatro títulos en cinco años, derrotando a gigantes europeos de camino a una semifinal de la Europa League. ¿Cuál es el secreto?
"Todo el mundo está en la misma onda; es un grupo muy unido, desde los jugadores hasta la dirección del club. Siempre se trata de progresar, de mejorar continuamente. Ni siquiera pensamos mucho en el resultado, sino en cómo jugamos cada partido", explica Evjen.
Gran parte del éxito del equipo recae en Kjetil Knudsen. Se unió al Bodo/Glimt como entrenador asistente en 2017 y fue ascendido a entrenador principal un año después. El club se quedó con él durante una época en la que estuvieron a punto de descender, y él se lo agradeció con una racha histórica de cuatro campeonatos en cinco temporadas.
"Kjetil es un entrenador que sabe muy bien lo que quiere", nos dice Evjen.
"Se asegura de que todo el mundo esté en la misma línea de salida, todo el mundo sabe exactamente lo que hace, y eso facilita el trabajo en equipo".
Al igual que otros miembros del equipo, Hakon conoció la vida fuera de la Eliteserien noruega, pero al final regresó a casa para ayudar al club a alcanzar más gloria. Con sólo 20 años, fue traspasado al AZ, de la Eredivisie holandesa, pero la pandemia de Covid entorpeció su estancia allí.
"Pero aprendí mucho sobre la cultura y la liga. La Eredivisie desarrolla bien a los jóvenes talentos, y es una de las ligas donde se puede jugar con libertad, no se trata tanto de duelos y jugadas a balón parado", recuerda.
"Pero para mí fue una obviedad volver a casa", añade rápidamente.
"Disfruto mucho del fútbol aquí, exactamente igual que cuando era más joven. La oportunidad de jugar en Europa también fue un factor importante, y ahora esperamos tener la oportunidad de jugar también la Liga de Campeones".

El campeón austriaco, el Sturm Graz, es el único equipo que se interpone en el camino del Bodo/Glimt hacia la máxima competición de la UEFA.
"Cuando vi los equipos contra los que podíamos haber quedado emparejados, pensé que el Sturm Graz era uno de los rivales más difíciles", afirma Evjen.
"Es una buena liga, llena de buenos equipos, y el hecho de que hayan ganado el título al Salzburgo dos años seguidos dice mucho de ellos", asegura, añadiendo que "creo que somos los menos favoritos en esta eliminatoria, la verdad, y tendremos que dar lo mejor de nosotros mismos para poder llegar a la Liga de Campeones".