Todo aquello que Vinícius dijo que haría si fuera necesario quedó emborronado en un 2025 gris para el brasileño. Numéricamente fue muy inferior a un 2024 donde soñó con el Balón de Oro y por hoy cierra el que ha sido su peor año como futbolista del Real Madrid en un lustro. Y el primero en un cuatrienio en el que no consigue un título.
De ese 'Vini' mágico, enérgico, vertical, sorprendente y efectivo solo han quedado algunos destellos. Lo que le convirtió en posiblemente el mejor jugador del mundo fue su evolución de un regateador vistoso a un regateador eficaz. También su facilidad para ver puerta y generar goles para el Real Madrid. Pasó de marcar 32 y repartir 14 asistencias a anotar 13 y dar 15 entregas en 61 partidos oficiales en 2025.
Hay una parte esperable en ese cambio numérico. Antes de la llegada de Kylian Mbappé, el brasileño era la gran referencia ante la portería, el jugador sobre el que pesaba llegar y marcar. Con el francés se podía esperar que Vinícius dejara de marcar tanto para asistir más. Pero la diferencia es una entrega más a cambio de hacer 19 dianas menos. Es decir, perder 18 contribuciones ofensivas.

No marcaba tan poco desde 2020
A nivel personal, este es el peor año natural de Vinicius Jr. ante la portería con el Real Madrid desde 2020. El jugador que conocíamos hace un lustro era muy distinto, pasaba de los 19 a los 20 años y creaba bastantes más dudas que goles. Era aún muy inmaduro. Entonces anotó seis tantos en esos 12 meses y no empezó a crecer hasta poco después, en aquel partido de inflexión para él como fue el doblete al Liverpool en Valdebebas en abril de 2021. Ese año ya crecía con Zidane y explotó con Carlo Ancelotti, subiendo sus guarismos a 15 goles y nueve asistencias.
En 2022, Vinicius hizo 20 y 14 asistencias (34 contribuciones ofensivas); en 2023, 19 y 17 (36). Y como decíamos, 46 en 2024. La Copa Intercontinental del mes de diciembre fue además el último trofeo que ganó el extremo con el Real Madrid. Desde entonces, en blanco y señalado por algunos sectores como parte del problema del equipo. Pero cuando las cosas fueron de cara, él fue uno de los impulsores del éxito. De sus 17 goles en Champions League, 12 fueron en eliminatorias y dos, en las dos finales que jugó y ganó.
Es solo un poco de hemeroteca para recordar lo que puede ser Vinícius Jr. Sería erróneo hablar de lo que fue con tan solo 25 años, aún le queda por madurar y por entender para recuperar su nivel. Entre enfados con su entrenador y con el mundo, el de Sao Goçalo dos Campos enlaza 14 partidos sin marcar y tras la vuelta de Rodrygo, es hoy por hoy el delantero del equipo con la segunda peor racha ante la portería tras Gonzalo (18). Aún está muy lejos de su peor registro, cifrado en 25 en la temporada 2020-21, pero preocupa que vuelva a andar en guarismos de cuando aún no había explotado como jugador.

Bajón en el regate, su gran virtud
No es solo lo puramente goleador. Esa pérdida de chispa se siente en sus datos regateadores. Según las cifras de BeSoccer Prime, Vinícius lo intentaba más en 2024 (9.92 dribles por 90 minutos) que en 2025 (9.39), y también tenía más éxito en ello (4.83) que en este año que se va (4.5). También da menos pases clave que acaban en ocasión (0.88 tras dar 0.94) y mete menos pases al área (1.4 ante 1.78), a pesar de que toca la pelota algo más dentro de esta (6.42 por los 6.27 de entonces).
En la última victoria del año frente al Sevilla, el público del Santiago Bernabéu le señaló directamente con una pitada que le hizo reaccionar cambiando su fotografía de perfil en Instagram, quitándose la camiseta del Real Madrid y poniéndose la de Brasil. Cosas de este mundo absorbido por las redes sociales. Quizá responda mejor a los estímulos positivos que a los negativos, pero su parroquia ya le ha dado el mayor toque de atención que ha recibido hasta ahora. El próximo 4 de enero, frente al Real Betis, arrancará para Vinicius un 2026 que necesariamente debe ser mejor que este 2025 de involución.
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