La estabilidad que parecía existir con el anterior propietario, Roman Abramovich, hace tiempo que desapareció, y las ventanas de traspasos se han convertido en un ejercicio de movimientos de jugadores a gran escala, tanto dentro como fuera del club.
Todd Boehly y Behdad Egbali se llevaron la peor parte de la ira de la afición cuando los Blues iban de desastre en desastre. Sin embargo, con Enzo Maresca, las cosas parecen estar volviendo a la normalidad.
El jueves por la noche, una victoria por 3-0 contra el Legia de Varsovia en la ida de los cuartos de final de la Liga de la Conferencia de la UEFA ha convertido el partido de vuelta en casi incidental.

Los londinenses suman su novena victoria consecutiva en la competición y, además, han marcado en las nueve ocasiones.
Aunque las victorias coperas nunca se pueden dar por sentadas, parece que el Chelsea se está enfrentando a todos los rivales en la Conference League, y sólo el alma más valiente apostaría en contra de que levantara el trofeo a estas alturas.
La forma en que el Chelsea está despachando a los equipos deja claro que es demasiado bueno para esa competición europea de tercera categoría.
En la Premier League, la situación también parece más saneada que nunca.
El destino del Chelsea en la Liga de Campeones está en sus manos
Antes de su partido del fin de semana contra el Ipswich Town, los Blues ocupan la cuarta posición, a sólo cuatro puntos del Nottingham Forest, tercero.
A falta de siete jornadas para el final, su destino inmediato está, por tanto, en sus propias manos, y tendrán que emplearse a fondo en los próximos partidos, ya que tienen cinco equipos por debajo que están, como máximo, a seis puntos.
Un puesto en la Europa League no sería necesariamente un desastre, pero el equipo de Maresca pertenece a la Liga de Campeones.

En la primera temporada bajo el mando de Clearlake (2022/23), Thomas Tuchel, Graham Potter y Frank Lampard recibieron el encargo de los propietarios de devolver los días de gloria al Bridge, pero un duodécimo puesto con 44 puntos (45 menos que el campeón, el Manchester City) no entraba claramente en los planes de la jerarquía.
Un sexto puesto la temporada pasada sería mucho mejor, aunque la victoria del Manchester United en la Copa de Inglaterra privó al Chelsea de su plaza en la Europa League y le otorgó un puesto en la Conference League.
Está claro que las victorias en ese torneo garantizan un giro positivo a los resultados y a la posición del club, pero ¿ha mejorado realmente el Chelsea de forma tan significativa desde el comienzo del mandato de Clearlake?
La rotación de jugadores ha sido a escala industrial, lo que puede explicar la falta de consistencia inicial.

Por ejemplo, ni Havertz, ni Sterling, ni Felix, ni Gallagher, ni Mount, ni Chilwell, ni Jorginho, ni Koulibaly, ni Broja, ni Pulisic, ni Kovacic, ni Aubameyang, ni Hudson-Odoi, ni Azpilicueta, ni Ziyech, ni Kepa siguen en el club, y todos formaban parte del primer equipo hace apenas dos temporadas.
Aunque la evolución de la plantilla es una parte aceptada del ciclo del fútbol, siguen siendo muchos los jugadores que salen por la puerta de Stamford Bridge.
Desde una perspectiva financiera, Abramovich había gastado 2.340 millones de euros en jugadores durante sus 19 años de mandato, pero tras tener en cuenta los 1.010 millones de euros obtenidos en concepto de comisiones por traspasos, eso significaba un gasto neto de 1.330 millones de euros.
Sin tener en cuenta los traspasos de enero de 2025, el gasto neto con Clearlake -en dos temporadas- fue sólo 140 millones de euros inferior.
El gasto neto del Chelsea en dos temporadas es el 10º más alto de la historia del fútbol inglés
Lo que es aún más crudo es que el gasto neto de Clearlake en los dos años y medio anteriores a la ventana de traspasos de este mes de enero es el 10º más alto de toda la historia del fútbol inglés.
En aquel equipo de la 22/23, Havertz fue el máximo goleador, con sólo siete tantos en todas las competiciones, seguido de Sterling, con seis, y Felix, con cuatro.
El internacional inglés mejoró su producción en la temporada siguiente y sumó 16 dianas que lo colocaron tercero en la general, por detrás de Nico Jackson (17) y del genial Cole Palmer (25 goles), mientras que Palmer vuelve a encabezar la tabla en la actualidad con 14 tantos, seguido por los 12 de Christopher Nkunku y los nueve de Jackson.

Donde sí parecen haber destacado últimamente los jugadores del club es en su control del balón y en sus pases.
Por ejemplo, en la 22/23, Havertz fue el delantero que más pases dio, con 425, y sin embargo, con más de media docena de partidos disputados esta temporada, el Chelsea ya cuenta con cinco jugadores que han superado ese total.
Los 617 deEnzo Fernández y los 585 de Cole Palmer los sitúan en cabeza de esta particular métrica, y sugieren que a Maresca le gusta que sus equipos manipulen la posesión del balón tanto como sea posible.
El argentino también destaca en cuanto a la cantidad de duelos en los que ha participado, aunque nadie se acerca a Moisés Caicedo y sus 349 intentos de duelo con un 59,3% de acierto.
El 64,9% de éxito deTosin Adarabioyo en este sentido es ligeramente engañoso, dado que ha intentado menos de la mitad de duelos que su compañero ecuatoriano.
Los 105 intentos de placaje de Caicedo son al menos 36 más que los de cualquier otro jugador de la actual plantilla del Chelsea, siendo Marc Cucurella quien más se acerca a esa cifra. El español es uno de los pocos jugadores que han permanecido en el club desde la temporada 22/23, en la que ocupó el primer puesto en cuanto a entradas intentadas con 72.

Ser competitivo es necesario en la élite, por supuesto, pero Maresca quizá quiera fijarse también en la disciplina de sus jugadores.
Con siete partidos de la Premier League por disputar en 2024/25 y posiblemente cuatro más en la Conference League, el Chelsea ya ha llegado a las 100 tarjetas amarillas en la temporada, una cifra significativamente superior a las 81 que vio en la campaña 22/23.
Los 502 tiros intentados en la 22/23, de los cuales 165 fueron a puerta, ya se han superado esta temporada. De los 532 intentos totales, 284 han ido a puerta, lo que supone un aumento significativo en ambos casos.

La precisión de los disparos podría mejorarse, ya que los mejores exponentes de la plantilla actual rondan los 50 y, en algunos casos, el 60%. En la 22/23, había más jugadores en esa franja, como Raheem Sterling (63,3%) y Conor Gallagher (61,1%).
Los números apoyan la teoría de que el Chelsea está mejorando
Los números también apoyan la teoría.
Con Enzo Maresca, el club parece haber encontrado por fin al hombre adecuado para hacerlo avanzar y con el temperamento adecuado para garantizar la estabilidad del barco, incluso cuando navega por aguas turbulentas.
Aunque actualmente ha dirigido siete partidos menos que Mauricio Pochettino, el porcentaje de victorias del italiano supera con creces el del argentino en un 59,1% y, dada la cantidad de partidos de esta muestra, sólo se puede considerar aquí a Graham Potter, de los otros entrenadores empleados por Clearlake, que está muy por detrás con sólo un 38,7% de partidos ganados.
Los 97 goles marcados y los 47 encajados por el Chelsea de Maresca se comparan favorablemente con los 103 marcados y los 74 encajados por Pochettino. El equipo de Potter sólo logró 33 goles a favor y 31 en contra.
Las 11 victorias a domicilio de Maresca son también la mayor cantidad, sus 15 victorias en casa están a sólo tres de Poch, mientras que ambos han ganado 26 partidos. Los ocho empates del italiano son los mismos que los de Potter (11 para Poch), y las 10 derrotas de Maresca son las mejores de los seis entrenadores desde que Clearlake se hizo cargo del equipo.
No obstante, incluso si se tiene en cuenta que al Chelsea aún le queda camino por recorrer, lo cierto es que está remontando.
