En tres partidos de la fase de grupos, España ha presentado tres parejas de centrales diferentes: María Méndez y Laia Aleixandri contra Portugal, Irene Paredes y Laia Aleixandri contra Bélgica y María Méndez e Irene Paredes contra Italia.
Lo del primer día fue una rotación obligada, ya que Paredes estaba sancionada por haber visto una tarjeta roja contra la República Checa en la fase de clasificación. Pero las alineaciones sorprendieron después, ya que Montse Tomé aún no había encontrado a su pareja preferida.
"Cada una tiene sus puntos fuertes", afirmaba María Méndez en la zona mixta tras el España-Italia. "Me siento cómoda con todas ellas. Nos ayudamos mutuamente, da igual quién juegue, todas estamos jugando a un nivel muy alto. Es un torneo muy largo, y todas tenemos que estar listas para jugar por si pasa algo".
España cuenta con un total de cuatro centrales, pero sólo dos dedicadas específicamente a esa función: María Méndez e Irene Paredes. Laia Aleixandri también puede jugar en el centro del campo, mientras que Jana Fernández, que se formó como defensa central, suele jugar como lateral derecho.
Marcar más para compensar
Esta alternancia entre las parejas dificulta el trabajo conjunto a la hora de afrontar las jugadas a balón parado o los contragolpes a la espalda de la defensa. El cabezazo de Justine Vanhaevermaet a la salida de un córner botado por Tessa Wullaert le valió el empate a 1-1 contra Bélgica, mientras que Ona Batlle e Irene Paredes no pudieron evitar el gol del empate de Hannah Eurlings en el duelo ante las de Elísabet Gunnarsdóttir.
Si las belgas, que habían sido derrotadas contundentemente por Francia (5-0) en su partido de preparación, no fueron capaces de mantener el ritmo después para aguantar el empate, se debió sobre todo al ataque español más que a su defensa.
"Eso es algo que hemos mejorado desde la Nations League. Antes, los rivales nos metían un gol y no sabíamos cómo responder. Ahora podemos relajarnos cuando eso ocurre", dice María Méndez. 2Eso es lo más importante en un campeonato como éste, poder remontar siempre". La prueba de que si la defensa española no hace el trabajo, siempre lo compensará marcando al menos un gol más.
Contra Bélgica, la Roja marcó cuatro goles más. Frente a Italia, que había abierto el marcador tras un balón suelto a balón parado, sólo hizo tres. Estos tres tantos encajados por los mismos errores contra selecciones consideradas inferiores a España, vigente campeona del mundo, preocupan a los periodistas españoles, que sueñan con ver a La Roja superar por fin los cuartos de final de una Eurocopa. "El 'pero' de la selección española de Montse Tomé está en la defensa", escribe, por ejemplo, El País.
Un tema tabú
Pero esta debilidad también tranquiliza a las jugadoras suizas, que se clasificaron para la fase final de su competición en el último minuto gracias a un gol de empate contra Finlandia. Si las locales sueñan con una "hazaña " contra el ogro español, Alayah Pilgrim es consciente de que tendrá sus opciones como delantera: "Tienen jugadoras increíbles, todas están a un gran nivel. Pero creo que también cometen errores, sobre todo en defensa. Son más fuertes en ataque que en defensa, son seres humanos. Creo que nosotros también tendremos nuestras oportunidades".
A Montse Tomé le molesta que se le haga una pregunta sobre el tema en una rueda de prensa en vísperas del España-Suiza. "Me gustaría preguntarle qué entiende usted por debilidades defensivas" , respondió al periodista que le formuló la pregunta." Lo que sé es que somos los profesionales en esta área, y también los que mejor entendemos al equipo".
Y prosiguió: "Es obvio que este equipo quiere mejorar en todos los aspectos, pero sólo hemos encajado tres goles. Tenemos muy buenas defensas, jugadoras increíbles que han demostrado su talento, su valía y su capacidad durante mucho tiempo. No creo que eso sea una debilidad. El ataque y la defensa son cosas colectivas. Necesitamos que las defensas nos ayuden a sacar el balón en ataque y que las delanteras presionen cuando perdemos el balón, así como las laterales, que tienen que empezar a defender. Es un trabajo de equipo".
Sin embargo, su homóloga suiza ha identificado claramente estas carencias y Pia Sundhage explicó en la rueda de prensa cómo la velocidad de Iman Beney y Nadine Riesen en las bandas, o de Sydney Schertenleib en el centro, puede ser útil en el contraataque. " Si el penúltimo pase es preciso, podemos crear ocasiones", promete. La capitana Lia Wälti es más prudente: "Si siempre tienen el balón es porque defienden muy bien. Recuperan el balón muy rápido y eso es lo que nos va a poner a prueba". Entonces, ¿se trata de una debilidad real o sólo de una pista falsa? La respuesta este viernes a las 23:00 horas.