Su irrupción el curso pasado frente a Osasuna fue toda una revelación. Coronó su primera actuación con un gran pase largo que acabó en gol de Bellingham. Además, ese día pudo apuntarse su primera portería a cero en LaLiga.
Las lesiones de Alaba y Militao le abrieron la puerta de par en par, él agarró el toro por los cuernos y convenció a Ancelotti. No sin trabajar sedujo al italiano y su presencia junto a Rüdiger era obligada para ver al Real Madrid más competitivo del momento. Demostró fortalezas como su fuerza física y su velocidad.

La mancha en el mantel
Además de su partido ante el Arsenal en la vuelta de los cuartos de final de Champions, donde el equipo blanco cayó eliminado y el no completó un gran encuentro, el Mundial de Clubes le puso en el punto de mira. Los errores ante el Al Hilal y el Pachuca le borraron de los XIs del nuevo entrenador del Real Madrid.
La vuelta al XI de Asencio fue obligada ante el PSG, pero no fue un día afortunado para la defensa madridista, que encajó cuatro tantos y uno de ellos con el de La Fábrica como señalado.
La llegada de Huijsen ha despertado ilusión en la afición merengue y parece un fijo en el esquema de Xabi. El otro puesto está destinado a Rüdiger, Militao o Asencio, aunque el punto de partida del canterano parece ser más lejano que el del alemán y el brasileño.