Tienen un severo problema los de Carlo Ancelotti como visitantes, donde su poderío ha perdido esencia en el mes de febrero y en el arranque del de marzo. Justo ahora que empiezan a decidirse los títulos, pierde comba, al menos en LaLiga, los blancos.
Desde su triunfo el 25 de enero en Valladolid, un equipo casi desahuciado, al que derrotó con comodidad por 0-3, han caído en barrena. Su siguiente encuentro, ya en el segundo mes del año, le llevó al campo del Espanyol. Una derrota con polémica, con el gol de Carlos Romero, que debió ser expulsado antes por una durísima entrada por detrás y sin opción de llegar al balón a Mbappé, y que motivó el controvertido comunicado contra los árbitros que creó un cisma en la competición.
Después llegaría un partido en casa, el derbi contra el Atlético de Madrid (1-1), para viajar al siempre hostil estadio de El Sadar, donde el Real Madrid sólo pudo sacar un punto después de que Jude Bellingham fuese expulsado por su rifirafe y su 'fuck off', según el jugador, o 'fuck you', según el árbitro.
Y tras el nuevo paso por el Bernabéu para ganar al Girona, llegó la visita este pasado sábado al Villamarín, donde el Betis remontó el tanto inicial de Brahim y terminó ganando 2-1, en la primera victoria de Pellegrini ante su exequipo y la primera derrota de la temporada sin Bellingham en el once.
En resumen, uno de nueve puntos posibles en sus tres últimos compromisos a domicilio en Liga, y una pérdida de su ventaja, que le ha hecho pasar de líder en solitario a estar tercero a tres y dos puntos, respectivamente, del Barcelona y del Atlético.