Era casi impensable imaginar a la defensa del Real Madrid sin Militao o Alaba hace dos temporadas. Tanto el brasileño como el austriaco destacaban: uno por su juego aéreo y potencia física. Otro por su velocidad, despliegue, salida. Cada uno, con sus características, le permitió a Carlo Ancelotti encontrar herramientas que a raíz de las lesiones de gravedad que han sufrido los dos centrales se han ido quedando en el tiempo.
Ahora, la realidad para el cuadro blanco es diferente: Rüdiger continúa como el insustituible de la última línea y un joven Raúl Asencio completa la zaga. El español de 22 años acumula 19 partidos en el once merengue en la presente temporada, participando, incluso, en encuentros de máximo nivel como la visita a Anfield o los más recientes euroderbis de los octavos de final de la Champions League.
Las urgencias han impulsado al Madrid a utilizar a Asencio como la compañía de Rüdiger. Mientras que el teutón es un jugador que sobresale por su fortaleza y excelente capacidad en el uno contra uno, Asencio resalta por ser más técnico con el balón en sus pies y por convertirse en una herramienta ofensiva interesante para el cuerpo técnico. Asencio, de hecho, ya realizó una asistencia en LaLiga tras enviarle un balón largo a Jude Bellingham ante Osasuna.
Su velocidad, potencia y regularidad le han permitido ocupar un espacio en la convocatoria de Luis de la Fuente para enfrentar a Países Bajos en la Nations League. Ha pasado de destacar en el Castilla a ganarse un lugar en 'La Roja'.
