Leandro Cabrera (33) se ha puesto a la cabeza del Espanyol en su mejor momento de la temporada. Después de un comienzo de curso marcado por los problemas físicos, el zaguero natural de Montevideo se ha convertido en el absoluto referente del cuadro dirigido por Manolo González.
Y es que, con el charrúa comandando la defensa, los pericos únicamente han perdido dos de los 10 últimos partidos de Liga (3V, 5E y 2D), logrando colocarse a tres puntos del descenso, con un encuentro menos que sus competidores por la permanencia. Y, por qué no soñar, tienen Europa a ocho unidades de distancia.
Pero, ¿de verdad está siendo tan importante Cabrera? Pues sí. Y no sólo en labores defensivas, sino que también aporta mucho en ataque. Con dos goles y una asistencia, es el central que más participaciones directas en tantos atesora del campeonato doméstico, junto a Dani Vivian, Aitor paredes y Pau Cubarsí, todos con tres dianas en sus casilleros.
En el propio Espanyol, es el segundo máximo goleador, empatado con Roberto Fernández, Jofre, Kumbulla y Carlos Romero. Además, su participación en el juego es evidente, ocupando la misma posición en pases intentados (915), con porcentajes de éxito del 87,4% en las entregas cortas y un 84,7% en las de media distancia. Ha enviado 57 servicios al último tercio del campo, repartido seis pases clave, generado 15 acciones que concluyeron en disparo e iniciado cuatro acciones de gol.
Experto en lo suyo
No por ser productivo en la faceta ofensiva, 'Lele' Cabrera descuida sus obligaciones como defensa central. De hecho, es un fino estilista en su posición, brillando a la hora de ganar duelos si cometer infracciones. Saliendo victorioso en el 64% de sus enfrentamientos aéreos y en el 62% en general, apenas ha hecho 16 faltas en 21 apariciones (0,76 por partido).
El lunes, el uruguayo y el Espanyol tienen una gran oportunidad de doblegar en el derbi a un Girona que ha perdido cinco de sus ocho partidos más recientes en LaLiga (2V, 1E y 5D). Desde luego, el charrúa hará todo lo posible por confirmar su magnífico momento individual.