Superpoblación. U overbooking, que le gusta decir a los modernos. El caso es que sobran jugadores, al menos uno, en el centro del campo del Barcelona. Todos son muy buenos, han demostrado su enorme valía, pero no todos caben en el dibujo de Hansi Flick.
Y menos aún cuando hay dos futbolistas que son fijos e indiscutibles: Frenkie de Jong y Pedri. El tercer puesto se lo disputan Dani Olmo, Fermín, Gavi y los Marc, Bernal y Casadó. Por si fuera poco, un tal Dro empuja desde abajo para taponar aún más la situación.
Ante este exceso, y especialmente con la situación financiera que vive el club azulgrana y sus sempiternos problemas con las inscripciones, hay quienes tienen, a su pesar, el cartel de transferibles colocados en su camiseta.
Y según deslizan desde el club, es Marc Casadó a quien menos se le echaría en falta. Su verdadero puesto es el de interior, si bien aprovechó la grave lesión de Bernal -el nuevo Busquets- y los altibajos de De Jong para hacerse con el puesto de pivote defensivo. Tan bien lo hizo que incluso debutó con la selección española absoluta. Pero en los tres últimos meses de la pasada campaña, Flick apostó por el neerlandés y arrinconó al de Sant Pere de Vilamajor.

Los antecedentes con De Jong y Ferran
En esta pretemporada, se le ha dejado claro que sus opciones van a estar muy limitadas. Y que una salida sería una buena solución para todos: para él porque no vería frenada su progresión y conseguiría incluso un mejor contrato; y para el Barça porque liberaría masa salarial y conseguiría un beneficio brutal que le permitiría recuperar el 1:1 de cara al Fair Play Financiero y levantar el aval que la Directiva usó para inscribir a Rashford. Es algo así como lo que ya pasó con el propio De Jong y Ferran, cuando la entidad culé los empujó a aceptar alguna propuesta con la justificación de que sus sueldos eran insostenibles. Los dos se quedaron, por cierto.
El Wolverhampton y el West Ham, además del Olympique de Marsella, ya han mostrado su interés en ficharlo. El Betis, con Isco lesionado y sin haber encontrado aún a un recambio para Cardoso, lo quiere también, pero con una cesión que no interesa al Barça. Quizás con otra fórmula... Pero todo pasa porque el propio Casadó quiera marcharse. Y de momento, las ofertas no le convencen.