El actual jugador del Chelsea se formó en las canteras del Espanyol y del Barcelona, pero nunca logró consolidarse en el primer equipo azulgrana, principalmente porque no pudo quitarle el puesto a Jordi Alba.
Del Barcelona al Chelsea
Su primera experiencia en la élite fue una cesión en calidad de cedido al Eibar, antes de otra salida en el Getafe, club con el que después firmó de manera definitiva.
Su buen rendimiento allí llevó al Brighton & Hove Albion a ficharlo para la Premier League, y fue desde los Seagulls donde los Blues lo incorporaron y donde ha vivido la etapa más exitosa de su carrera a nivel de clubes.
Indiscutible en la defensa del Chelsea y capaz de rendir tanto en una línea de tres, cuatro o cinco, Cucurella está disfrutando de su fútbol y, con un contrato vigente hasta 2028, no tiene necesidad de buscar otro destino.
Sin embargo, el Atlético de Madrid podría alterar la tranquilidad en Stamford Bridge, ya que ha surgido el rumor de que los rojiblancos podrían preparar una oferta de 40 millones de euros por sus servicios.
Queda por ver si regresar a casa, especialmente en año de Mundial, sería una decisión acertada en este momento.
Tenacidad y ambición
Las negociaciones aún no han alcanzado un nivel que preocupe a ninguna de las partes, pero si el propio jugador quiere asegurarse de estar en el avión rumbo a Estados Unidos, seguramente un cambio de club a mitad de temporada no sería lo más recomendable.
Suponiendo que cualquier movimiento se produzca en verano, ¿qué recibiría realmente el Atleti por su dinero?
Para empezar, Cucurella es conocido por su tenacidad y ambición, cualidades imprescindibles para Diego Simeone.
Desde que llegó al Getafe en la temporada 19/20, el español ha recuperado la posesión en 1.308 ocasiones y ha disputado 2.449 duelos individuales.
Solo durante la campaña de la Nations League de España en la 24/25 su porcentaje de éxito en esos duelos ha bajado del 50%, mientras que ha llegado a alcanzar el 74,2% (en la Copa de la Liga del Chelsea en la 23/24).
La exigencia física de sus tareas defensivas tampoco ha supuesto un problema, ya que de las 573 entradas que ha intentado en ese periodo, ha ganado 380.
Como en otras facetas de su juego, ha ido mejorando con el tiempo, y un 72,7% de éxito en el Mundial de Clubes de la FIFA —casi tres cuartas partes de sus entradas— es una muestra de maestría por parte del jugador de 27 años.
Presencia ofensiva
No destaca por su juego aéreo, probablemente el aspecto más débil de su fútbol, pero Cucurella ha logrado 172 despejes de cabeza en todas las competiciones desde la 19/20.
Donde realmente brilla es en sus incursiones por la banda izquierda. Suma presencia ofensiva cuando el equipo lo necesita, aunque a veces puede quedar descolocado por avanzar demasiado.
El mapa de toques de la temporada 24/25 de la Premier League (abajo) muestra cuánto tiempo ha pasado en campo rival y en el propio.
13 goles en todas las competiciones durante ese periodo no está nada mal para un defensor, además de los 266 regates que ha intentado y las 597 ocasiones en las que ha realizado más de 10 conducciones progresivas en un partido.
Su porcentaje de acierto en el pase en el último tercio ha ido mejorando y supera el 80% de manera constante, con 722 de sus 1.316 pases en esa zona siendo centros.
De los 10.995 pases totales que ha intentado desde la 19/20, 9.137 han llegado a su destino, lo que ha hecho que su estadística de acierto alcance hasta el 93,3% en ocasiones. No es de extrañar que el seleccionador español, Luis de la Fuente, lo valore tanto.
¿Realmente necesita el Atleti a Cucurella?
Desde la perspectiva del Atleti, el club ha fichado recientemente a Matteo Ruggeri para el lateral izquierdo, y también cuenta con Javi Galán. Y en ocasiones ha prescindido de los dos para alinear a delanteros como Nico González o incluso a su hijo, Giuliano Simeone.
La llegada de Cucurella aumentaría la competencia por el puesto, aunque uno o dos jugadores tendrían que replantearse su futuro si el Chelsea acepta alguna oferta de los rojiblancos.
Dado el alto número de movimientos en la plantilla del oeste de Londres —y si la valoración del Atleti se acerca al precio de mercado del jugador— no sería descabellado pensar que el español pueda decidir su propio destino.
Habrá que esperar para ver si ese futuro está en la capital española o en la inglesa.
