El conjunto hispalense no ha esperado siquiera a recibir la noticia por los canales oficiales para emitir un durísimo texto sobre la propuesta de sanción de la Comisión Estatal de Antiviolencia tras los hechos ocurridos -incluyendo un tifo del grupo Biris Norte- en el derbi ante el Real Betis Balompié. Los locales, para más inri, sucumbieron por un claro 0-2 ante un rival que venció gracias a los tantos de los centrocampistas Pablo Fornals y Sergi Altimira, ambos a lo largo de la segunda mitad.
"El Sevilla desea mostrar su sorpresa y su más absoluta indignación" tras saberse que el castigo pasa por "el cierre total del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán por un mes y una multa de 120.000 euros". Los de Nervión lo consideran algo "totalmente desproporcionado", además de ser "carente de cualquier mínimo fundamento y constituyente de un nuevo y clamoroso agravio comparativo". Y argumentan que las penas han sido inferiores en casos con "episodios similares o incluso más graves".
El evidente rechazo no ha quedado ahí: "Supone una forma cruel de injusticia, sin justificación objetiva, generando una discriminación intolerable y castigando a toda una afición soberana que acudió al estadio". Esta situación ha provocado que el cuadro de la capital andaluza, que defiende tener "una política de tolerancia cero ante comportamientos inapropiados", haya encargado "a sus servicios jurídicos el análisis en profundidad del contenido".
"Tras el lanzamiento de algunos objetos durante el tramo final del partido ante el Real Betis, el Sevilla F.C. se mostró absolutamente colaborador con la Policía para la identificación de los sujetos autores de los lanzamientos, advirtiendo de que, como siempre, aplicará a los mismos el reglamento disciplinario interno, con independencia de otro tipo de sanciones que se puedan derivar", agrega el plantel del Pizjuán en la nota emitida.