El método de Luis Enrique es un sistema que despierta odios y amores: algunos cuestionan la forma en la que el asturiano lleva su relación con la prensa. Critican sus equipos. No olvidan su fracaso con España en la Copa del Mundo de 2022 (en donde la Roja se despidió en los octavos tras caer con Marruecos en un pésimo partido) y desmeritan lo que logró en Barcelona. Otros, desde una perspectiva muy diferente, valoran el trabajo del español que, entre otras cosas, ganó el triplete con el cuadro culé y volvió a conquistar LaLiga (2015-2016) al año siguiente.
Con el PSG, por ejemplo, Luis Enrique ha edificado un proceso de garantías que mantiene a los parisinos a un paso de ganar la Ligue 1. El fin de semana, de hecho, el PSG puede coronarse campeón de Liga si se dan los resultados: primero, deben vencer al Saint Etienne (el partido se disputará este sábado); después, el Marsella debe consumar una derrota y el Niza y el Mónaco deben empatar.
El PSG sostiene una ventaja de 19 puntos. Quedan ocho jornadas de Ligue 1. En caso de no alcanzarlo este fin de semana, el próximo, casi con certeza, podrían lograr el título.
Dembélé, protagonista
La presente temporada ha dejado a Ousmane Dembélé como protagonista. El ex extremo del FC Barcelona completa una campaña fenomenal (30 goles y 6 asistencias en 37 partidos) y se ha convertido en el referente del frente ofensivo del PSG tras la marcha de Kylian Mbappé al Real Madrid en verano.
Luis Enrique, en gran parte, es responsable del crecimiento del francés. El asturiano ha ubicado a Dembélé como falso nueve (con Doué,Kvaratskhelia y Barcolá en los extremos). Dembélé ha cumplido y es uno de los héroes del curso. Incluso marcó el gol que le permitió a los suyos remontar en Anfield y enviar el encuentro a los penaltis.
