Este Mundial de Clubes pasará a la historia por muchos motivos. Entre ellos, las tormentas eléctricas. Una rutina meteorológica en Estados Unidos que llegó a retrasar -de momento- la continuación de hasta cuatro encuentros en la competición. El último de ellos: Benfica-Auckland City.
Ángel Di María transformó el penalti que significó el 1-0 al descanso. Acto seguido, la lluvia comenzó a precipitar sobre la ciudad de Disney World. Con el paso de los minutos, rayos y relámpagos retumbaron sobre la cercanía del Inter&Co Stadium, lo que obligó a aplazar su segunda mitad.
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