Fue minutos después del comunicado de la selección mexicana, Aguirre abandonó la clínica y de inmediato fue rodeado por reporteros.
"Se decían muchas cosas", respondió Aguirre de buen humor a la pregunta sobre el supuesto desmayo, y dijo sentirse "perfecto" para dirigir el partido contra Estados Unidos.
Muy a su estilo desparpajado y sonriendo, Aguirre se despidió de los periodistas: "Gracias por venir... No sean chismosos, cabrones".