"Intenté hacer una locura. Le envié un mensaje a Petr Cech y le propuse venir al Dunkerque, porque él también está loco y ahora juega al hockey sobre hielo".
"Le ofrecí un contrato de seis meses para que pudiéramos vivir algo increíble. Habría generado mucha expectación, pero también era una oportunidad de volver a trabajar juntos. Me contestó con una carita sonriente y luego nada. Eso es raro", añadió el entrenador.
"Eso significaba que empezaba a pensárselo. A la mañana siguiente, me llamó: 'Christophe, con mis tendones, no voy a poder'..."