Durante meses se ha pensado que su acuerdo incluía una cláusula en torno a los 65 millones de libras, aunque los detalles clave sobre cuándo se activaba y cuánto tiempo permanecía vigente seguían siendo desconocidos.
Personas cercanas al Bournemouth han sido deliberadamente reservadas, restando importancia de forma constante a la relevancia de la cláusula en el corto plazo. Se asumía que no entraría en vigor hasta el verano.
Sin embargo, esa interpretación ha cambiado por completo.
Informaciones recientes publicadas el lunes han revelado que la cláusula se activa realmente durante las dos primeras semanas del próximo mercado de fichajes de enero y está fijada en 65 millones de libras.
La noticia cambia de inmediato el panorama sobre el futuro de Semenyo y plantea un verdadero reto al Bournemouth, que se prepara para el interés de clubes capaces de ejecutar la cláusula.
Su salida no está asegurada, pero las próximas semanas pueden tomar varios caminos.
El Tottenham está entre los equipos dispuestos a poner a prueba la determinación del Bournemouth. El club ha seguido de cerca a Semenyo desde el verano y está decidido a incorporar otro extremo para reforzar su ataque.
Con la entidad preparándose para ser agresiva en el mercado y mirando hacia 2026, existe la convicción de que pueden aprovechar esta oportunidad.
Para el jugador, la posibilidad de trabajar con Thomas Frank en los Spurs sería un paso muy atractivo, ya que le ofrecería un escenario más grande y una visión de juego que se adapta a sus características. El Tottenham, por su parte, busca elevar sus aspiraciones y Semenyo encaja en el perfil de futbolistas que quieren para impulsar ese proceso.
El Liverpool confía en poder ganar la carrera por su fichaje y le ofrecería una oportunidad muy diferente. Semenyo ha sido considerado internamente como posible sucesor a largo plazo de Mohamed Salah. Aunque el Liverpool no tenía previsto realizar grandes movimientos en enero, la posibilidad de adelantarse por un jugador que admiran podría cambiar la situación.
Para Semenyo, sería una prueba para ver si puede rendir en un equipo que aspira a luchar por títulos en varias competiciones. Sin embargo, la situación en el Liverpool es compleja por las dificultades que ha tenido últimamente.
La plantilla ha crecido en número y calidad, pero también se ha desequilibrado en zonas clave, lo que ha generado dudas sobre si incorporar otro atacante de peso a mitad de temporada sería la decisión adecuada.
El Manchester United, por su parte, ve a Semenyo como un jugador que encaja en su proyecto de futuro. Está en el momento ideal de su carrera y el club valora su polivalencia, convencido de que puede desempeñar varios roles en el ataque.
Tiene cualidades para actuar como creador en la posición de mediapunta, pero también cuenta con el perfil físico para cubrir las bandas si fuera necesario.
No sería el uso ideal de su talento, pero el United considera que puede elevar de inmediato la energía y calidad del equipo.
El mayor obstáculo para cualquier club sigue siendo la propia cláusula.
Fichar a Semenyo en enero implica pagar los 65 millones de libras al contado, y ese nivel de compromiso en el mercado invernal da al Bournemouth cierto optimismo de poder retenerlo el resto de la temporada.
El club está disfrutando de una campaña muy positiva y confía en que el jugador pueda mostrar su lealtad terminando la temporada con ellos antes de valorar sus opciones en verano.
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