Los jugadores del Adana no estaban satisfechos con la decisión del árbitro, Oğuzhan Çakir, que concedió incomprensiblemente un penalti a favor del líder, como demostraron las repeticiones en vídeo.
El Galatasaray había abierto el marcador desde el punto de penalti en el minuto 12 por mediación del exjugador colchonero Álvaro Morata.
Cuando se pitó el segundo penalti, los jugadores del Adana decidieron, junto a su entrenador, Mustafa Alper Avci, irse a los vestuarios y se negaron a regresar, abandonando el partido.
Tras este incidente, los jugadores del Galatasaray permanecieron en el campo y empezaron a calentar entre ellos.
Unos 25 minutos después, se anunció por los altavoces del estadio que el partido había sido suspendido.
La Asociación Turca de Fútbol tomará una decisión sobre el resultado del partido en los próximos días.