"Para poner fin a los debates y no colocar a nuestros amigos árbitros en una posición difícil, el árbitro de ese partido será extranjero", declaró Ibrahim Haciosmanoglu, presidente de la TFF.
El portugués José Mourinho, entrenador del Fenerbahçe, afirmó el pasado fin de semana que sus jugadores, a seis puntos del Galatasaray, deberían ser líderes con "ocho o nueve puntos de ventaja en condiciones normales".
Hace diez días los jugadores del Adana Demirspor, colista de la Süper Lig turca, entraron a los vestuarios a la media hora de partido después de un penal señalado a favor del Galatasaray, vigente doble campeón, al valorar que no existía la falta señalada.
La TFF, acusada por una parte de los dirigentes de la élite turca de proteger los intereses del Galatasaray, ya había decidido en abril de 2024 nombrar a árbitros VAR extranjeros para los partidos que implicasen a los grandes equipos del campeonato.
Días antes, el presidente del Fenerbahçe había ordenado a sus jugadores abandonar el césped durante los primeros instantes de la final de Supercopa de Turquía contra el Galatasaray para denunciar lo que consideraba injusticias hacia su club.
Segundo club más laureado de Turquía, el Fenerbahçe busca un título de campeón por primera vez desde 2014, la sequía más larga en toda su historia.