Es un detalle que habla muy bien de la salud del vestuario azulgrana. Más unidos aún con lo que ha sucedido con Dani Olmo y Pau Víctor en los últimos tiempos, tras ganar al Real Madrid en el Clásico no fue Raphinha, capitán in pectore quien recibió la copa.
El brasileño y sus compañeros fueron pasando para recoger sus medallas y el último en hacerlo, con pantalón de vestir pero con su camiseta puesta, fue Ter Stegen. Un gran momento para él después de lo mal que lo ha pasado y que seguramente lo estará pasando tras ese grave percance físico.
Aún le quedan muchos meses de rehabilitación, pero el buen portero germano se ha dado un buen subidón de moral, o le han dado desde el vestuario, con ese gesto.