Esta nueva versión de la Supercopa de Europa podría adoptar la forma de una Final Four, con dos semifinales y una final. Aún no hay detalles sobre los otros dos equipos que se añadirían al formato actual, es decir, una final entre el ganador de la Champions y el de la segunda competición de la UEFA.
La idea de reformar este simbólico trofeo se originó en 2022 y resurgió este año debido a la falta de interés mostrada por los clubes europeos en acoger esta edición de 2025, que se ha celebrado en Udine con victoria del PSG ante el Tottenham.
La solución que baraja la UEFA es, por tanto, trasladar este nuevo torneo a Estados Unidos y Arabia Saudí, ya que la influencia de los derechos televisivos es limitada en Europa, dado el escaso interés que despierta la competición.