Fue además con una remontada impresionante, ya que el Sporting consiguió forzar la prórroga en el 90+11' por medio de su goleador sueco, Viktor Gyökeres, después de que el Benfica se hubiera adelantado en el 47' por medio de Orkun Kökçü.
Crecido por ese empate agónico, el Sporting fue superior en la media hora suplementaria, donde el danés Conrad Harder (99') y el portugués Francisco Trincao (120+1') sentenciaron.
Fue un adiós amargo al fútbol portugués para el atacante argentino Ángel Di María, que entró en el tiempo añadido y terminó llorando en el césped por la derrota de las Águilas y siendo consolado por compañeros y rivales.

Los verdiblancos cierran así una gran temporada, a pesar de que en noviembre perdieron inesperadamente a su entrenador, Ruben Amorim, que fichó entonces por el Manchester United.
Amorim no pudo corregir el rumbo del United, que terminó la temporada sin trofeos y siendo 15º en la Premier League.
Su sucesor, Rui Borges, llevó al club de Lisboa a la reconquista del título liguero y ahora a coronarse por 18º vez en la Copa portuguesa, donde es tercero del palmarés por detrás de Benfica (26) y Oporto (20).