El calendario le da un respiro al Xeneize: no volverá a jugar hasta el sábado 9 de agosto, cuando reciba a Racing en La Bombonera. Ese margen de 13 días puede ser decisivo. En sus declaraciones post partido, Russo asumió toda la responsabilidad por el mal momento y prometió trabajar “más que nunca” para torcer el rumbo: “Esto se da vuelta con trabajo. Me hago cargo de todo. Me toca a mí encontrarle la vuelta”.
Las señales de ese cambio comienzan a asomar. El cuerpo técnico analiza aplicar una nueva metodología de trabajo en la previa al clásico con la Academia, que incluiría dobles turnos y concentración prolongada. También se estudian variantes importantes en el equipo titular: está en revisión la continuidad de Edinson Cavani como referencia ofensiva, el experimento de Rodrigo Battaglia como defensor central parece tener los días contados y Milton Delgado podría sumar protagonismo.
En paralelo, el mercado de pases podría reactivarse. Aunque el libro de transferencias ya cerró, Boca podría habilitar un cupo si concreta la venta o cesión de algún futbolista al exterior. En ese caso, la prioridad es incorporar un defensor central. Ignacio Vázquez, de Platense, es el apuntado y ya hubo contactos: "Están charlando", confirmó el propio jugador.
Un volante o un extremo
Además, no se descarta que se busque un volante o extremo por derecha, una posición que ha sido problemática. Por allí ya pasaron Alan Velasco, Kevin Zenón y Malcom Braida, sin que ninguno lograra afianzarse.
Pero el temblor podría sentirse también en los escritorios. En medio de la crisis deportiva, comienzan a circular rumores sobre posibles cambios a nivel dirigencial. Por primera vez desde que asumió, Juan Román Riquelme estaría dispuesto a reconfigurar algunas áreas de gestión dentro del club, cansado de resultados adversos y decisiones que no dieron el fruto esperado.
Incidente con Merentiel
La tensión también se trasladó al vestuario. El episodio que involucró a Miguel Merentiel, reemplazado inesperadamente ante Huracán, desató una ola de críticas. El delantero, que se enteró de su salida al ver el cartel con su número, dejó el campo de juego visiblemente molesto y luego se viralizó una imagen de una puerta rota en el vestuario visitante. Según trascendió, el propio jugador habría sido el responsable de ese daño en un arranque de bronca.
Russo intentó bajarle el tono al incidente, asegurando que el cambio estaba previsto y que hubo un problema con la planilla de cambios. Pero el malestar entre los hinchas es evidente, tanto por el rendimiento del equipo como por decisiones que no terminan de entenderse.
Siete partidos sin triunfos
El entrenador, de 69 años, atraviesa su peor inicio en un ciclo al frente de Boca: siete partidos sin triunfos desde su regreso. La frase que solía repetir con tono calmo —"son decisiones"— ya no genera simpatía ni resignación entre los hinchas. Hoy se transformó en un símbolo del desconcierto que reina en Brandsen 805.
De aquí al 9 de agosto, Boca tiene tiempo. Pero no puede seguir perdiendo certezas. El partido ante Racing puede ser el punto de inflexión que Russo necesita para reencauzar el camino o el golpe que termine de romper todo. En cualquier caso, el Xeneize está en un momento límite. Y las próximas decisiones marcarán el futuro inmediato de un club que no se permite seguir a la deriva.