Ganador: Santi Cazorla (Real Oviedo)
La historia de amor entre el Real Oviedo y Santi Cazorla ha tenido muchos capítulos, pero escribieron uno nuevo durante la derrota del viernes por 2-0 ante el Villarreal en La Cerámica.
Cazorla comenzó su carrera en el equipo asturiano en edad juvenil antes de fichar, irónicamente, por los groguets en 2003.
Ahora, a sus 40 años, ha cerrado el círculo y juega por primera vez en LaLiga con el Oviedo, al que ayudó a lograr el ascenso a la máxima categoría por primera vez en más de dos décadas la temporada pasada.
Si a eso le añadimos que utilizó su propio dinero para salvar al equipo de la quiebra en 2012, nos encontramos ante un cuento de hadas que ya no se ve mucho en el fútbol y que calienta hasta los corazones más fríos.
Perdedor: Paulo Gazzaniga (Girona)
Siguiendo en LaLiga, fue un día de pesadilla para el guardameta del Girona Paulo Gazzaniga. El ex del Southampton y del Tottenham registró una de las puntuaciones más bajas de Flashscore en la derrota por 3-1 de su equipo ante el Rayo Vallecano, con un 1,2 que hace agua.
En el minuto 18, un espantoso pase desde atrás regaló al Rayo Vallecano el primer gol, y a partir de ahí las cosas no hicieron más que empeorar para el argentino.
Dos minutos más tarde, Paulo permitió que un centro cruzado de los visitantes doblara su ventaja, y para colmo, un mal toque le hizo derribar a Jorge de Frutos, lo que supuso un claro penalti y una tarjeta roja.
No cabe duda de que Gazzaniga no recordará este partido con cariño.
No fue el único que tuvo un mal día en la oficina: echa un vistazo a este error del guardameta del Teplice checo, Matous Trmal.
Ganador: Antoine Semenyo (Bournemouth)
En una noche teñida de emoción en Anfield en homenaje a Diogo Jota, se vivió un momento de disgusto comunitario después de que Antoine Semenyo, del Bournemouth, fuera objeto de insultos racistas por parte de un espectador del Liverpool durante la primera parte.
El hincha fue expulsado del partido y Semenyo protagonizó una segunda parte para el recuerdo, al marcar dos goles que devolvieron a su equipo al duelo contra el campeón de la Premier League, aunque ganaron los locales por 4-2.
El segundo fue una sensacional carrera que realizó desde el borde de su propia área hasta el otro extremo, antes de rematar con serenidad.
Después del partido, miembros de ambos equipos condenaron los insultos que recibió el ghanés, y afirmaron que todos le apoyarían en todo lo que pudieran.
Semenyo mostró su agradecimiento el sábado: "El fútbol mostró su mejor cara cuando más importaba".
Perdedor: Hemelingen
La primera ronda de la DFB Pokal se ha convertido en el tradicional pistoletazo de salida de la temporada nacional alemana, ya que los equipos de la Bundesliga afrontan complicados desplazamientos a equipos de divisiones inferiores.
Sin embargo, no fue el caso del Wolfsburgo en su visita al Hemmelingen, de la Oberliga de Bremen.
Los hombres de Paul Simonis se mostraron muy eficaces en su primer partido oficial bajo la batuta del técnico neerlandés, y anotaron nueve goles en la victoria. Dzenan Pejcinovic fue el más destacado, con un hat-trick, y Mattias Svanberg protagonizó un doblete que le permitió no pasar desapercibido.
El Hemelingen no sólo encajó nueve goles de los 38 disparos a los que se enfrentó, sino que también obtuvo una xG de 7,26. Muy pocas veces registran nuestros centros de partido una cifra tan alta en esa métrica.
El equipo de la quinta división se alegrará de no tener que volver a enfrentarse a rivales de ese calibre esta temporada.
Ganador: Sunderland
Después de casi 10 años en el desierto, una serie de Netflix y muchos sinsabores, el Sunderland marcó su regreso a la Premier League a lo grande, con una gran victoria por 3-0 sobre el West Ham el sábado.
Eliezer Mayenda, Wilson Isidor y Daniel Ballard fueron los autores de todos los goles de los Black Cats en la segunda parte.
El resultado fue impresionante, pero más si cabe si tenemos en cuenta que ocho jugadores debutaban con los anfitriones. ¿Quién dice que hace falta tiempo para adaptarse?
Perdedor: Mallorca
Terminamos la semana como la empezamos: en España.
El Barcelona se desplazó a las Islas Baleares para enfrentarse al Mallorca, y el partido quedó prácticamente sentenciado en el descanso, tras una dramática implosión de los locales que se saldó con una derrota por 0-3.
Dos tarjetas rojas en los primeros 45 minutos demostraron que los insulares estaban dispuestos a todo. Increíblemente, resistieron al Barça durante gran parte de la segunda parte a pesar de contar con dos jugadores menos; sin embargo, tendrán que calmarse la próxima vez para tener más opciones de ganar.
Es posible que sus seguidores también quieran hacerlo, después de enfurecerse por una tarjeta roja bastante clara: se agotarán mucho antes del final de la temporada si mantienen esa energía en el futuro.