El Granate se enfrentará en la final, el 22 de noviembre en Asunción, al Atlético Mineiro, que el martes eliminó al Independiente del Valle ecuatoriano.
El delantero Rodrigo Castillo, a los 61 minutos, anotó el tanto de la victoria del cuadro local, que había conseguido un empate a dos hace una semana en Santiago.
El propio Castillo había anotado los dos goles de Lanús en el partido de ida.
Campeón de la Copa Sudamericana en 2013, el plantel argentino buscará su segundo título en este certamen, cuyo ganador se clasifica para la fase de grupos de la Copa Libertadores del año próximo.
"Tenemos una felicidad enorme. El año pasado (eliminado en semifinales) nos quedamos con una sensación fea y hoy lo pudimos revertir. Esta vez quería estar en la final, y gracias a Dios se dio todo", expresó Carlos Izquierdoz, el capitán de Lanús.
A todo o nada
Tras las igualdad de la ida, a los dos solo les servía la victoria este jueves.
Empujado por más de 40.000 fanáticos que colmaron su estadio, Lanús salió a arrollar a su rival, pero se topó con una U bien plantada, que también intentó buscar con orden, sin esperar en su campo, decidida a dar el impacto en Argentina.
De hecho, el conjunto chileno tuvo la primera llegada, un intento de media distancia del capitán Charles Aránguiz que encontró bien parado al portero local, Nahuel Losada.
Respondió Lanús con un pase filtrado para Marcelino Moreno, que se fue en solitario y definió en gran forma, pero el VAR ahogó el festejo local por un milimétrico fuera de juego del jugador granate.
El primer tiempo se desarrolló con buen ritmo y de nuevo inquietó la U cuando Salimoni se animó con un tiro bombeado desde la mitad de la cancha que casi sorprende a Losada, pero el remate salió apenas alto.
Tenía un poco más la pelota el equipo chileno, con buenas triangulaciones, pero era inofensivo en ataque. Lanús, por su parte, se veía algo más incisivo y tuvo otra chance con un zurdazo de Rodrigo Castillo que salvó el guardameta visitante.
Castillo, decisivo
Tras el descanso, Lanús entró más determinado, exhibió más dinámica y empezó a incomodar a su rival, que no le encontraba la vuelta al mayor vértigo que proponía el local.
Encendió la alarma Salvio con un tiro raso que salvó Castellón, y luego fue Castillo, siempre peligroso, el que casi anota.
En una acción aislada, la U consiguió anotar a través de Salomoni, pero, como pasó en el primer tiempo y en perjuicio de Lanús, el VAR intervino para sancionar una posición adelantada en el inicio de la jugada.
Aliviado, Lanús respiró y minutos después logró el tanto que le daba el pase a la final.
En una contra, Marcelino Moreno arrastró las marcas por la derecha y asistió hacia el centro a Castillo, que tomó mal parada a la zaga visitante, eludió a Castellón y definió con el arco vacío.

Desesperado, el entrenador visitante, Gustavo Álvarez, hizo variantes en ofensiva para buscar el empate.
Sin embargo, la U no encontró los caminos para llegar en ofensiva, mientras que Lanús, con la solidez de Medina y Cardozo, sostuvo el juego en media cancha y Canale estuvo impasable en el fondo.
"Cada cual toma el duelo deportivo de la forma que le parezca. Recién les dije a los muchachos que no tienen que mirar el suelo, que siento el mismo orgullo por ellos que si hubieran ganado. Hay un sabor amargo por no pasar a la final, pero estuvimos a la altura. Hemos representado muy bien al club y al fútbol chileno", sentenció Gustavo Álvarez, técnico de la U.
El encuentro fue arbitrado por el venezolano Alexis Herrera.
 
    