Hasta ahora, a pesar de las múltiples ocasiones en las que se la ha preguntado a Novak Djoković cómo y cuándo pondrá fin a su brillante carrera, el serbio siempre había dado respuestas poco claras. No se sentía preparado para retirarse y, mientras siguiera entre los mejores del mundo, quería seguir compitiendo, superando sus propios límites y batiendo récords, algo que sigue logrando.
"Quiero ver hasta dónde puedo llegar. Sé que algunos desean que me retire, pero eso no está en mis planes a corto plazo", confesó hace menos de un mes. Tras su triunfo el sábado en Atenas, finalmente ha revelado sus intenciones sobre el final de su carrera.
"Quiero terminar mi carrera en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028, envuelto en la bandera de Serbia", reiteró el serbio. Ya el año pasado, después de conquistar la tan ansiada medalla de oro en París, mencionó la posibilidad de defender ese preciado metal, algo que entonces parecía complicado. Sin embargo, este año ha vuelto a demostrar que sigue en la élite mundial y su presencia en los Juegos Olímpicos parece muy probable.
A pesar de su renuncia a disputar las ATP Finals en Turín, Djokovic acaba de completar una temporada sobresaliente. Es cierto que no ha sido tan espectacular como en sus mejores años, pero teniendo en cuenta su edad, no tiene nada que reprocharse. Ha luchado por un puesto en la final en cada uno de los cuatro Grand Slam, conquistó su título número 100 en Ginebra y sumó otro más la semana pasada en Atenas.
Gracias a su victoria en Grecia, ha ascendido al cuarto puesto del ranking mundial y, detrás de Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, quienes dominan el tenis masculino, ha sido el tercer jugador más regular de la temporada. Para conseguir una cantidad de puntos similar, ha disputado muchos menos torneos que el tercero, Alexander Zverev.
