"No descansé después de Australia", donde el número uno del mundo, Jannik Sinner, le ganó por 6-3, 7-6/7-4 y 6-3, explicó el alemán, que ha perdido las tres finales de Grand Slam de su carrera.
"Mentalmente me afectó mucho. Estaba muy decaído y también muy cansado". Sin embargo, Alexander Zverev volvió a entrenarse "enseguida", antes de viajar a Sudamérica para disputar el ATP 250 de Buenos Aires (comenzó dos semanas después de la final del Abierto de Australia) y el ATP 500 de Río de Janeiro, donde cayó en cuartos, ronda que no supera desde enero.
"No tuve tiempo de pensar en lo que había pasado" en Melbourne, prosiguió el cabeza de serie número uno en Montecarlo, en ausencia de Jannik Sinner, sancionado.
"En cierto modo, seguí jugando, lo que quizás no fue lo más inteligente. Pero el tenis también es un negocio, firmas contratos con torneos que tienes que cumplir", señaló Zverev.

"Estos contratos se firman con seis o siete meses de antelación", subrayó el alemán de 27 años, siete veces ganador de Masters 1000, que nunca ha ganado un título en el Principado.
"Fue una elección que tomé. Se aprende de estas experiencias, ya no me afectan, lo he superado", dijo el jugador germano sobre la gira sudamericana.
Preguntado por la carta enviada a los organizadores de los Grand Slams por miembros del top 20, según L'Equipe, pidiendo un reparto más favorable de los ingresos, Alexander afirmó que "nunca se repartiría al 50%" entre torneos y jugadores.
"Sería beneficioso que los mejores jugadores eligieran a uno o dos jugadores masculinos y a una o dos jugadoras femeninas para sentarse alrededor de una mesa con los organizadores de los Grand Slams e intentar encontrar una solución", explicó.
"No pedimos el 50% de los ingresos, como la NBA, sino un reparto más justo. Estoy seguro de que lo conseguiremos, de la mano de los Grand Slams", concluyó Sascha.