Novak Djokovic (38) ha participado en el Joy Forum, aprovechando su presencia en Riad para disputar el Six Kings Slam. El balcánico ha sido parte de una charla denominada 'Narrativa GOAT: de leyendas a legados', en la que también comparecieron Dana White, CEO de la UFC, y Shaquille O’Neal, exjugador de la NBA.
Sin embargo, dada su personalidad afable, Nole se quedó la mayor parte del protagonismo, sobre todo cuando avisó a los jóvenes de la ATP de que no deben esperar su retirada: "No va a suceder. Lo siento. Lamento decepcionarles. Simplemente, no está pasando", dijo.
"Siento que el tenis también es un deporte que puede transformarse, y lo hará, enormemente. Y quiero jugar cuando rejuvenezcamos nuestro deporte y establezcamos la nueva plataforma que perdurará durante las próximas décadas", prosiguió.
"Sinceramente, creo que la longevidad es una de mis mayores motivaciones. De verdad quiero ver hasta dónde puedo llegar. Y creo que si analizamos el panorama deportivo mundial, LeBron James sigue en plena forma. Tiene 40 años. Cristiano Ronaldo y Tom Brady jugaron hasta los 40 y tantos...", expresó.
Madurar a marchas forzadas
Otro de los puntos del relato de Djokovic que llamaron la atención fue el relato de su dura infancia durante las Guerras Yugoslavas: "Mi padre puso el billete de 10 dólares en nuestra mesa cuando tenía 12 años y nos sentó a mí, a mi madre y a mis dos hermanos menores y dijo: ‘esto es todo lo que tenemos’. Estábamos pasando por la segunda guerra de nuestras vidas en ese momento, y él dijo: 'Sabes, estamos bajo sanciones; bajo embargo, si realmente quieres jugar este costoso deporte individual, tienes que subir el ritmo'", confesó.
"Yo tenía 12 años en ese momento, así que tuve que madurar mucho antes de lo que se suponía que debía hacerlo y entonces entendí el mensaje. Tuve que hacerme hombre. Tuve que ser una especie de segundo padre en casa, particularmente para mis dos hermanos menores, así que tenía muchas responsabilidades y siento que la madurez temprana moldeó mi personalidad y mi carácter, me fortaleció y me permitió comprender realmente qué es la disciplina y qué es la vida adulta", añadió el tenista serbio, ganador de 24 títulos de Grand Slam.
Por suerte, la historia tuvo un final feliz y el resto está escrito con letras doradas en los libros del tenis: "Eso me ayudó a convertirme en quien soy y cuando comencé a viajar por el tenis, muchas veces me saltaba torneos porque no teníamos dinero para financiarlos, pero siempre me mantuve fiel a mi sueño, sabía la misión y fui muy afortunado", sentenció.