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Entre repetidos escándalos y sonadas derrotas: ¿qué le pasa a Medvedev?

Daniil Medvedev, con su raqueta destrozada tras la eliminación
Daniil Medvedev, con su raqueta destrozada tras la eliminaciónCHARLY TRIBALLEAU / AFP
La actuación de Daniil Medvedev (29) en el US Open de este año no sólo se saldó con una decepción en términos deportivos, sino que reveló una vez más la profunda crisis en la que se encuentra actualmente. La derrota en cinco sets ante el francés Benjamin Bonzi (29) simboliza la tendencia a la baja del ruso, que necesita encontrar nuevas respuestas a las grandes preguntas del tenis.

En el momento decisivo del partido se produjo un extraño incidente: un fotógrafo entró en la pista durante el punto de partido y provocó una interrupción de casi siete minutos. El árbitro concedió a Bonzi un nuevo primer saque, una decisión que enfureció a Medvedev.

A la central del partido: Daniil Medvedev contra Benjamin Bonzi.

Medvedev gritó al árbitro, golpeó el suelo con su raqueta e incitó al público neoyorquino, ya de por sí ruidoso, a hacer aún más. Aunque el arrebato provocó una breve mejora en su rendimiento que le devolvió al partido, al final fue Bonzi quien ganó.

El arrebato de Daniil tuvo consecuencias: los organizadores del torneo le impusieron una multa de 42.500 dólares (36.490 euros): 30.000 por conducta antideportiva y 12.500 por abuso de raqueta. Perdió casi el 40% de su premio en metálico. El fotógrafo implicado perdió su acreditación para el US Open de 2025.

El escándalo no es un incidente aislado para D. Medvedev. Ya provocó a los aficionados del US Open en 2019 golpeando a recogepelotas, lanzando su raqueta en dirección al árbitro y mostrando el dedo corazón al público. También ha provocado exabruptos verbales y gestuales en Wimbledon, Montecarlo y el Abierto de Australia en los últimos años.

Medvedev, en declive deportivo

El apoyo llegó de su compatriota Andrey Rublev y de Andy Roddick, excampeón del US Open: "Así es Meddy, como vive y respira". Pero la lista de incidentes se alarga, y empieza a eclipsar sus éxitos deportivos.

Más grave aún que los problemas disciplinarios es su estancamiento deportivo. El campeón del Abierto de EE. UU. de 2021 ha caído al puesto 16 de la clasificación en vivo, la última vez que estuvo tan mal fue hace siete años. Hasta ahora, 2025 ha sido una más en una serie de temporadas decepcionantes. Mientras que en 2023 celebró 62 victorias, el año anterior sólo logró 46.

Su estilo de juego, considerado desagradable durante mucho tiempo, está perdiendo impacto. Jóvenes estrellas como Carlos Alcaraz y Jannik Sinner contrarrestan su dominio defensivo en la línea de fondo con un tenis de potencia agresiva. El inexperto estadounidense Learner Tien le aplastó literalmente en el Abierto de Australia de 2025. Una cualidad que durante mucho tiempo se atribuyó al ruso.

A sus 29 años, el moscovita se encuentra en un momento crítico. Grandes del tenis como Roddick, Cilic y Davydenko perdieron el toque a una edad similar. Las lesiones no han sido un problema para D. Medvedev hasta ahora, pero los signos de los tiempos son inconfundibles. Su estilo de juego lejos de la línea de fondo, centrado en la resistencia y el contraataque, parece cada vez más anticuado en la era de los agresivos jugadores de nueva generación.

No es el final, sino una señal de alarma

El declive de Medvedev no es una caída al abismo, sino más bien un lento deslizamiento. Sigue siendo uno de los mejores del mundo, sigue teniendo clase para ganar a lo grande. Pero sin ajustes, corre el riesgo de ser superado por la siguiente generación.

Sus rabietas pueden ocupar los titulares, pero no le devolverán a la cima del mundo. Si Daniil Medvedev no quiere que su carrera termine como otro ejemplo de declive prematuro, necesita modernizar su juego y controlar por fin sus emociones.